Teté Delgado:

A pesar de los infortunios…

“La vida es bella”

“Aquellos maravillosos años”

Durante las últimas ediciones, ALGENTE ha recorrido la infancia y adolescencia de diferentes candidatos que, sin hacer política, nos recordaron … “Aquellos maravillosos años”. A raíz de la gran acogida que tuvieron esas páginas, haremos lo propio con profesionales del teatro, del cine y de la televisión en general, quienes nos permitirán recorrer juntos -además de hablarnos de su presente- aquellos nostálgicos años, como es el caso de nuestro primer encuentro: Teté Delgado, una mujer que saltó a la fama por su papel de cajera en “El Súper”, llegando a ser en la actualidad una de las actrices más queridas de España. En su vida personal, María Teresa Delgado Criado, es una mujer muy feliz.

Dinos Teté: ¿cómo vives tu presente profesional?

Muy contenta… Sin prisa, pero sin pausa. Llevo 10 años viviendo en Galicia, alejada de la ciudad y vivo muy feliz con mi novio, mi gato y mi jardín. Y doblemente contenta porque estoy haciendo mi primer clásico, una comedia mitológica de Lope de Vega: “El amor enamorado”. Hago de Venus, con lo cual estoy aprendiendo verso y otra manera de hacer teatro que me satisface muchísimo. Me he gastado los ahorros para poder dedicarme a un clásico, porque no es lo que más vende. Es una versión estupenda de Fernando Sansegundo. Además, acabo de terminar una serie con Antonio Resines que se llama “Serrines, madera de actor”, con lo cual -tras mucho tiempo- he vuelto al audiovisual . Por lo demás: disfrutando de la paz del hogar.

¿Siendo jovencita, imaginabas que llegarías a ser una actriz que llena los teatros en cada una de tus giras?

Cuando era jovencita no me creía en absoluto que yo podía hacer nada. Yo ahora, el próximo 28, día del orgullo gay, cumplo los 58. Entonces montaba festivales en mi barrio. Metíamos papelitos en las puertas de los vecinos, diciendo : “Hoy gran festival con magia, canciones, con marionetas” Luego pasábamos la pandereta y nos íbamos a merendar…a mí se me notaba que ‘eso’ me tiraba; iba cantando por todas las esquinas. Fue partir de haber visto a  ‘Siniestro Total’, cantando en ‘Aplauso’, cuando me hice mi gran pregunta al ver cómo se me daba todo aquello: ‘¿Por qué no yo?’…

Teté relata con entusiasma aquella etapa juvenil de su vida que marcaría sus comienzos. Mientras nos muestra fotos de esos años, nos comenta:

Me fui a Santiago a estudiar psicología, pero luego lo dejé para dedicarme a esta, mi gran pasión. Y así fue que, poco a poco, comencé a vivir, cómo decirlo: un mundo de otro color y lleno de ilusiones…Empecé con la danza y ya no paré con cantidad de inquietudes…Hice un corto que estrenamos en Alcalá de henares y experimenté momentos inolvidables incluso antes de dedicarme profesionalmente, ya que aquello significó que me dieran un premio y una mención especial…

Teté es una mujer que contagia optimismo y alegría al evocar momentos de aquellos años que, emocionada, califica de insuperables:

Cuando regresaba de Alcalá, me digo: ‘Chica pues no te ha ido tan mal’. Y dije en voz alta al llegar a casa: ‘Me encantaría dedicarme a esto. Volverme a poner frente a ese mismo teatro y poder decir…¡Caramba! has hecho una buena carrera ‘ Y ya van 30 y pico de años y ¡lo que me queda!

¿Alguna obra para este verano?

Este verano vamos a estar 3 días con “El amor enamorado” en los Veranos de la Villa. Y por supuesto actuaciones con nuestra banda: ‘Teté y los ciclones’.

¿Cuáles son los mejores recuerdos de tu infancia?

Sobre todo, haberme criado segura, feliz , tranquila y querida. Eso, que ha sido una base fundamental en mi vida, me lo han dado mis padres. Y es algo que te da fuerzas. Aprendes a amar y a ser amada, algo que muchos no saben. Haberme criado de esa manera ha sido mi base para ir por la vida. Se lo agradecí muchísimo a mis padres.

¿Dónde pasaste aquellos años?

Yo vivía en un sitio donde había cartones en los bajos de los edificios porque allí funcionaba una tienda de muebles. Y había materiales de construcción al fondo. En aquel lugar tan especial, había monte y teníamos de todo para poder hacernos casetas, construcciones, jugamos absolutamente a todo … Yo me crie salvaje y estoy orgullosa de mis cicatrices en las piernas y en las rodillas. Porque si te hacías algo mal, te ibas a la fuente y ya te sentías bien.

Al recorrer las páginas de un álbum lleno de fotos de sus años mozos, Teté nos muestra -entre algunas otras que ilustran este encuentro- una instantánea en la que, feliz, podemos verla, precisamente, en la fuente que hacía mención…

El haberme criado libre, suelta y sin miedos, la verdad, es muy de agradecer.

¿Qué edad tenías?

Todos esos años lo viví en Porriño donde llegué con 5 años. Yo era la que organizaba cosas y me sentía muy feliz, muy feliz. Y luego recuerdo muy especialmente está la parte de Malpica donde nos conocíamos todos. Te podías ir de excursión y si te pasaba cualquier cosa todos sabían quién eras; por suerte nunca me pasó nada. Esa libertad y esa manera de criarte, pescando y bañándote en la playa… Allí, en Malpica, aprendí a nadar… Fue alucinante.

¿Y cómo viviste tu etapa de adolescente?

La viví un poco confundida (nos dice sin parar de reír)j… Confundida ¡como todos los adolescentes! Esto lo digo ahora, porque en aquel entonces, claro, creías que te lo sabías todo.

¿Algún recuerdo especial?

Mi perro sultán, un pastor alemán maravilloso que tenía en casa de mis padres. Él vivió toda mi adolescencia, lo miraba y le decía: ‘Mis padres no me entienden’ y él me miraba atento, como si me dijese: ‘Te escucho te escucho’, y esa compañía y esa mirada noble, a mí me ayudaba bastante. Recuerdo que en aquellos años me fue complicado encontrar novio hasta los 17. Y el día anterior a mis 18, lo dejamos, pero bueno … Seguimos siendo amiguísimos. Lo quiero muchísimo y lo seguiré queriendo toda mi vida. Fue una persona muy especial.

¿Qué es lo que más añoras de aquella época?

¿Lo que más añoro de esa época? Sin dudarlo: Las pocas preocupaciones que teníamos.  Hay veces que desearía vivir un día como en aquel entonces. Con esa intensidad,  tanto las alegrías como las tristezas. No puedo olvidar que había un guateque que se celebraba en el Círculo, todos los domingos. Yo llegaba vestida como para la guerra, porque iba a bailar todo el día. Y si, por cualquier motivo, no había guateque, movilizaba a todo el mundo, llamaba por teléfono a los directivos, y hasta que no había guateque no paraba. ¡Necesitaba ese desfogue de los fines de semana! Qué época …

En tu adolescencia ¿recuerdas cómo se vivía la presencia de la mujer en la sociedad?

Mi madre estudiaba perito mercantil, y luego decidió dejarlo para criar a sus hijos.  Siempre pensé que tenía que trabajar para vivir siendo una mujer independiente. Y así fue que empecé a trabajar en la tele en la Reoca después de estar unos años, como ya os dije, haciendo psicología.

Y esa presencia de la mujer en la sociedad ¿cómo la valoras hoy día?

Pues eso, siempre pensé que había que trabajar, no que hubiera que casarse, pero cuando veo películas de los 80, noto la diferencia que hay. Cómo se nos valoraba antes y cómo se nos valora ahora. Y todo lo que nos queda por delante. Sí recuerdo algo muy desagradable…-nos dice cambiando su sonrisa por un gesto serio al agregar, repitiendo:

¡¡Algo muy desagradable!! Y era el hecho de que te metían mano. Era como una cosa por la que debías pasar. Y a veces en la discoteca también. Protestabas, pero no pasaba nada. Era una cosa como normal y asumida. Nunca te gustaba. Y ahora, lógicamente, nos preguntamos ¿cómo podían pasar esas cosas? En esos años no teníamos referentes de que se podía actuar de otra manera.

Tras esa triste confesión, prefirió cambiar de tema al hablarnos de su etapa de estudiante: “En el EGB fui una estudiante fantástica. En el instituto, en cuanto me empezaron a poner asignaturas que yo no entendía, por ejemplo, Física y Química o Matemáticas, la cosa cambiaba. Recuerdo que se ponían de espaldas a escribir en la pizarra, yo copiaba, pero no entendía nada. Hoy reconozco que todo se lo debo a una amiga de mi tía, que es bióloga y que daba clases particulares, con lo cual aprobé tooodas las asignaturas que me quedaban del instituto y de la selectividad”.

¿Qué borrarías de la sociedad de nuestros días?

Borraría entre otras cosas, las fronteras…Borraría todo el daño que le hemos hecho al planeta. La soberbia, todos los ‘sismos’, el sexismo, el racismo, el edadismo, la violencia de género. Muchas cosas. Borraría la intolerancia. Me parece malísima determinada clase política que tenemos ahora. Respetando las excepciones, se dedican, unos más que otros, a echarse reproches encima. En lugar de decir yo haría esto o lo otro, prefieren señalarse diciendo: ‘Tú eres tonto’ o responder: ‘Pues tú más’.

Ya nos había hablado de lo importante que ha sido y que es la familia en su vida, a lo que agregó: “Mi madre se ha ido en el 19 y todavía no me lo he podido tragar. A tu gente, pase lo que pase, nunca tienes que explicarles nada. Porque te conocen, no tiene que disculparte. La familia es la paz, el hogar, la tranquilidad. Y ahora que tengo mi propia familia con mi novio y mi gato, creo que la felicidad que siento no tengo que verbalizarla. Y ahora claro que sé lo que es estar del otro lado, porque fui hija durante mucho tiempo hasta que apareció Anxo.

¿Crees en la fidelidad?

La fidelidad tiene dos caras. Si el infiel es el otro o si el infiel eres tú. Depende de lo que tú quieres a la otra persona. Como estoy tan enamorada de mi novio, no se me pasa por la cabeza. Que cada uno pacte con su pareja lo que crea conveniente. Lo ideal es ser siempre fiel, pero pienso que, a veces, una infidelidad hasta puede salvar una pareja.

¿Crees que el que protagoniza una infidelidad, debe desahogarse contándosela a su pareja?

Sinceramente pienso que lo que no hay que hacer es contárselo a la pareja, porque si fue un momento, pues no deberías decírselo, sencillamente porque si no hubo un sentimiento, para qué ¿para descargar tu conciencia? …Lleva tu carga, quédate con ese peso y si te sientes tan mal: ¡otro día no lo hagas!

¿De tu presente, en general, qué es lo que más agradeces?

Agradezco, los amigos que todavía me quedan, agradezco a mi padre, a mi novio, a mi gato; poder seguir teniendo trabajo y salud; agradezco que mi terapeuta Concha haya entrado en mi vida y me la haya cambiado, porque era un manojo de ansias y ahora no. Ahora soy un manojo de ansias, pero controlada. Controlo esas ansias y aprendí a controlar mi vida.

A la época en la que vivimos con tantos sinsabores, contradicciones, catástrofes e inseguridades: ¿Qué título le pondrías?

Le pondría: ‘Mal lo tenemos amigo’ con un poco de rintitin. Mal lo tenemos. por tantísimas cosas. Ahora tenemos la crisis de la guerra y cómo se nota el cambio climático. Todo es muy global. Me preocupa mucho que estamos rompiendo el planeta. Sufro mucho por el mundo. Tengo suerte de vivir en Galicia… Seremos los últimos en arder y lo digo un poco en broma, pero … Los que estropeamos la tierra, siendo del primer mundo perjudicamos a los del tercer mundo. Y cómo no mencionar a la inmigración, a esa gente que huye de la guerra, de la muerte buscando un sitio mejor… De la miseria: o se mueren en el mar…o los recatan y nadie los quiere… me preocupa mucho ese tema…

Muy pocas veces la vemos sin su espontánea y sincera sonrisa, que volvió a mostrarnos al despedirnos, de ahí que, a pesar de los infortunios del día a día, de su boca solo podíamos escuchar que … “¡La vida es bella!”.

Teté Delgado, como actriz -haga lo que haga- consigue que el público de todas las edades disfrute con sus personajes. Como persona, hoy la hemos conocido un poco más.

Gracias Teté por tu agradecida cercanía.

                                                                          ©J.B/ N.S./Bayres/ALGENTE

                                                                           fotos© L.C/ Telemadrid/Mediaset

                                                                           álbum fliar.Teté Delgado