RUPHERT_126
Ya en septiembre, os puedo decir que el reciente mes de agosto ha sido para mí un mes netamente espiritual, algo así como un “Ruphert de todos los Santos”. El por qué voy a compartirlo con mi increíble cantidad de lectores ya que, precisamente, fueron unos días inolvidables que dediqué a todos ellos.
Lo que voy a confesaros puede que suene algo antiguo o primitivo pero he querido pasar agosto haciendo noche al lado de todos los santos. Y lo que voy a relataros, aunque parece increíble, lo hice posible tras sortear varios obstáculos que me reservo porque sería largo de explicar.
Veréis: empecé por Santa Teresa que la han cambiado de lugar, la han puesto en un ataúd muy bonito y pasé dos noches con ella en Alba de Tormes. Me hubiera gustado que estuviera aquí, en La Almudena, para que pudiera verla todo el mundo porque hoy en día Santa Teresa es una santa muy fuerte.
Después me fui a Zamora; tenía muchas ganas de conocerlo porque hay muchas iglesias a pesar de ser una Ciudad pequeña. Allí hay unas 20 iglesias que son como Catedrales y todas ¡con sus santos! Ya me lo habían contado y tenía ganas de ir y aprovechar –como lo hice- a dormir junto a cada uno de ellos. Después de esta osada experiencia ya que no es nada fácil lograr quedarse en los templos y pernoctar ¡Traigo una sensación como si hubiese estado en el más allá! Después de Zamora -de camino a Portugal- fui a Santiago de Compostela ya que no podía faltar el más grande, y también pasé dos noches a su lado…De ahí, me pasé por ‘la Venecia portuguesa’, Aveiro. Hice noche en un hotel donde me tocó una habitación árabe. Lo pasé muy bien. Y pude sentirme muy cerca de Oshun, la Reina de los Ríos. Después ya en Lisboa, visité a San Antonio y me di cuenta que Portugal está de moda…Estaba lleno de turistas. Allí también he dedicado parte de mi tiempo a la televisión de Portugal porque me hicieron una entrevista maravillosa; estuve con grandes peluqueros y lo pasé fenomenal. Desde allí –dentro de mi periplo vacacional que llevaba meses planificando e idealizando- me fui a París y, como siempre, visité el Sacre Care, durmiendo en un lugar cercano.
En Paris, donde me adoran, me recordaron que yo fui el primer hombre que se tiñó el pelo de rubio. Tengo fotos de aquella época con Johnny Hallyday, ya que mi hermana le trataba el pelo en sus peluquerías de la Costa Brava cuando él pasaba casi todos los veranos haciendo galas en los pueblos de por allí.
Durante 3 años yo venía desde Buenos Aires para ayudar a mi hermana unos días y fue entonces cuando le hice unas mechas rubias platino, por eso, el famosísimo Johnny fue el primer hombre que tuvo mechas del color que le puse a Mónica Naranjo, hechas por mí. La verdad es que en esta ciudad me tienen mucho aprecio y respeto, una Ciudad Luz en la que siguen haciendo esos programas de noche maravillosos con unos reportajes muy bonitos donde he tenido el placer de participar.
Desde aquí doy las gracias públicamente y también a todos los que me seguís enviándome esa increíble fuerza al contactar conmigo.