RUPHERT 110
El mes de mayo es un mes muy bonito en el que tenemos que lavarnos con el agua de mayo y limpiar nuestra casa; es el mes más fuerte, espiritualmente hablando, porque el agua de mayo, es bendita. Un mes de preparación para el resto del año.
Digamos que es como el principio del año espiritual.
Hay que recoger el agua que cae del cielo porque es bendita y utilizarla y conservarla todo el año.
Un mes, en definitiva, muy bueno porque hay un santo del que creo que no he hablado nunca: San Juan de Ávila, que se venera el 10 de mayo, un santo que nació al lado de mi pueblo, en Almodóvar del Campo, en Ciudad Real; un Santo manchego, por ello, en la Mancha, se le pide mucho por las tierras.
Debo deciros que en la Mancha creen mucho en el más allá y mucho en los trabajos de la tierra. La Mancha tiene mucho de santería, aunque es una santería diferente a la cubana a la brasileña o a la de Sudamérica.
A este santo se le ofrendan alimentos y bebidas de la tierra, la fruta, la verdura, el vino…
Por otro lado, ya sabéis que yo, el 15 de mayo, no falto nunca a mi cita con San Isidro Labrador; desde los 14 años, no he faltado ni uno, siempre le visito el día 15.
Más cosas y relacionadas con los casi permanentes viajes que realizo: he vuelto a Argentina, donde quieren que haga una película de 8 horas sobre mi vida con las estrellas, algo que estoy negociando.
Aún no sé si será para algún canal español, o Telefé, o para alguna otra Cadena. Estoy pensando si lo haré porque tendría que irme mucho tiempo, viajar a Nueva York, Francia, Italia, Suiza, México, Venezuela… A todos los países donde yo he peinado a las estrellas… De momento, a sus productores, les he dicho que para eso, me tengo que jubilar o retirar, porque no puedo dejar Madrid tanto tiempo, sería como mínimo un año completo. Incluso algunas de las estrellas, viven todavía, como la familia Pinal (comenzando por Silvia Pinal, matriarca de un clan de artistas increíble en México) y, claro: me ilusiona que se grabase también una entrevista con ellas.
También me gustaría -a lo mejor- visitar la tumba donde está María Félix, María Callas, Federico Fellini… Una visita póstuma a todos los más grandes que yo peiné en mi larguísima trayectoria pero por supuesto, eso, cuesta mucho dinero… Por ello, la producción no es fácil. Pero creo que los argentinos serían quienes mejor me lo harían en el mundo, por el cariño y el respeto que me tienen, porque respetan mi profesión como peluquero y también como espiritista.
Podríamos comenzar con Eva Perón, cuando yo llegué a la Argentina con 17 años y conocí a su modisto, Paco Jamandreu.
Allí es donde he tenido los encuentros desde el más allá con Evita.
El viernes santo estuve en Buenos Aires, en la Recoleta, con la Virgen del Pillar. También fui a llevarle flores a Beba Bidart, que es la Sara Montiel del tango y que fue una gran estrella y gran amiga mía. Aproveché, a visitar la Virgen de Luján, que está en una ermita pequeña. Visité de nuevo la tumba de Evita y recordé un sueño que tuve una vez en el que me decía que quería que se la trasladase a la Catedral para poder ayudar a la gente más de lo que puede hacerlo en el cementerio. Yo pretendía decírselo al Presidente, pero me dio corte. Ella quería -según lo que me dijo en sueños- estar enterrada frente al general San Martín, que fue el libertador de Argentina. Es muy difícil, quizás se haga dentro de 100 años, vete a saber… Yo creo que a Evita la van a hacer Santa, lo veo, mi videncia me dice que Evita va a ser Santa, pero ese tema, de momento, se presenta problemático para que lo hagan, aunque siga haciendo milagros.
Termino estas líneas feliz por pensar que para mí sería maravilloso, retomar mi carrera en Argentina, que fue donde me convertí en quien soy hoy, donde comenzó toda mi andadura y mis experiencias con los más grandes del mundo. La estrella máxima de la peluquería me la dio Argentina, tras llegar siendo apenas un niño. Mi pareja fue Guillermo Blanco y con él me llegó la oportunidad con Nelly Raymond, que allá fue la Reina del Canal 13, con 1 hora diaria en un programa estrella de la televisión durante 7 años. Ahora me piden que me vaya allí a vivir, Mirtha Legrand lo ha dicho en sus desayunos, que falto yo allí. Mis recuerdos de Buenos Aires son inolvidables…