RECTIFICAR ES DE SABIOS
El Atlético de Madrid se achica en los momentos más delicados.
La eliminación de Champions dando la peor versión con el traje del miedo, pone todas las miras en la liga, donde el equipo está permanentemente dando bocanadas de inseguridad.
La clave la tendrá Sevilla y no en ferias. Betis y Sevilla marcarán el devenir de la liga atlética, son dos partidos terribles. La visita al Camp Nou dará la puntilla de los de Simeone ¡Todo o nada!
El Madrid ha deambulado por la semana trágica… O de gloria ya que el Liverpool y el Barça han quedado como marcas ineludibles ante este Madrid para seguir vivo en Champions o soñar con la liga, respectivamente ¡Todo esto en 4 días! pero, obviamente, la realidad, que no coincide con el instante en el que escribo estas líneas, es la que se encarga de modificar cualquier comentario. Sea como fuere y lo que fuere, en futuro o en reciente pasado, cabe decir que: ¡vaya problema para un equipo que está físicamente tan corto que parece imposible que puedan competir al 100%! Benzema suele tener la palabra y ya sabremos si ha vuelto a hacer honor al bien ganado mote de ‘mago’ y si Vinicius, igualmente -que es el agitador- ha sabido preparar el tambor para repicar fuerte. Por lo demás, la suerte –más que las posibilidades- nos habrá dado respuestas.
Y, ante todo esto, el Barcelona ha venido deslumbrando con un fútbol mágico que por momentos recuerda a lo que realizó Pep, basado en un Messi feliz, un de Jong que es el nuevo Bernardo Schuster de la competición y un grupo de chavales que le ponen entusiasmo.
La Copa y la liga como objetivo en este mes. La Copa, está más cercana. La liga, es una posibilidad. Koeman pasa de estar en la calle a la renovación. Cuando el holandés habló de táctica innegociable y sus caprichos, estuvo a punto de ser cesado pero la reflexión, el análisis y, sobre todo, el sentido común, le han dado una nueva vida al holandés. ¡Enhorabuena! Rectificar es de sabios. Estaba empecinado en su sistema, pero cuando estuvo a punto de irse a la calle, recapacitó y cambió todo para bien.
¿Quién da más? Aunque nada nos exime del ridículo que hemos hecho en Europa.
Me sigue avergonzando y lo repetiré de aquí hasta la temporada próxima: ¡Qué imagen hemos dado en Europa!
Eso ya es inamovible, todo lo demás, al cierre de esta edición, lo leeremos o en presente o en pretérito. Ya lo veremos o, como digo –por fechas arriba o abajo- ¡lo habremos visto!
Esperemos que, antes o después, encontremos una nueva realidad que sólo sirva para volver a ilusionarnos.