PIPI ESTRADA: «Los guajes marcan el camino»

Tal vez pueda denominarse milagro o carambola. Yo me quedo con la fe, el trabajo, y el grado de compromiso excepcional de unos guajes que lucharon contra todo durante una temporada que pocos creían en ellos, dando una sensación en la pretemporada de sólo aspirar a la permanencia, pero los chavales consiguieron un hecho histórico en la tarde del primer domingo de junio que acabó en ascenso con letras de oro para el Sporting.

Fue una tarde donde toda la ciudad gijonesa lo vivió con el corazón en un puño, que tuvo un final feliz para todos los sportinguistas gritando gracias «Bendito Villamarín» el Sporting regresaba a primera división cuatro años después. Ahora toca partir de cero, pensar en los numerosos errores que casi llevan a la desaparición de esta histórica entidad por eso es el momento de empezar a planificar con una estructura sin fisuras, con profesionales con ánimo de servir y no de servirse. El Sportig ahora más que nunca necesita una imagen de seriedad, algo que deseo
por el bien de un club con 110 años de historia para que vuelva la estabilidad necesaria ¡¡Puxa Sporting!! ¡¡Y la bella Villa gijonesa!!