PEDRO RUIZ EN ESTADO PURO
“España está muy crispada…”
“¡Reír nos cura!”
Su dominio escénico (como también lo demostró cuando realizaba aquellas inolvidables entrevistas en televisión, con un estilo único), es una de sus características como admirado artista que es pero, sin duda, los pilares de su éxito, de su empatía con una millonaria teleaudiencia –en aquel entonces- y con el público, en el teatro –hoy-, así como el seguir asentado en la primera línea de lo que ofrece (aunque pasen los años y sin trampolines frívolos de cierta televisión actual), constituyen, asimismo, esos pilares que se sustentan en el peculiar arte congénito que tiene y en esa facilidad de conectar –lo miremos por donde lo miremos- con todas las generaciones y más, cuando la risa que nos regala desde el escenario, es como el imprescindible oxígeno de nuestro día a día..
Por todo ello, vuelve a triunfar cada vez que se abre el telón para un público heterogéneo que le aplaude de pie…
Hablamos –cómo no- de Pedro Ruíz quien, con una amabilidad tan propia de él y con su inconfundible verbo, nos recibe en su preciosa casa, enclavada en un entorno privilegiado pero que (gracias a su forma de ser), no empaña para nada su cercanía y su apabullante sencillez.
¿Feliz con ‘Loc@s. Reír nos cura’?
Sí, feliz porque me divierto y porque divierto a la gente. Creo que en este momento esto es una terapia para el público y para los artistas. Cuando decidí hacerlo, lo enfoqué de una manera y creo que está saliendo muy bien.
¡Y vaya que sí..!
La estrenaste en Bilbao, ahora en Madrid y luego… ¿en qué dirección?
Sólo hemos programado 14 funciones porque así lo decidimos antes y durante la pandemia para comprobar el estado de las cosas, que no es fácil. Seguramente, descansaré un mes y, a continuación, empezaré una larga gira por Barcelona, Zaragoza, Santander, Bilbao, Donosti, Coruña, Gijón…
¿Con la idea de retornar a Madrid?
Es la idea pero ya veis las circunstancias que van marcando las intenciones, pero sí: una larga gira de meses para volver a Madrid cuando supongamos que la normalidad vuelva a ser eso: ‘normalidad’ o, por lo menos, que se parezca. Ahora mismo no importan tanto los resultados económicos, aunque hay una productora que arriesga su dinero, su esfuerzo y su trabajo y lo hace de un modo muy profesional… Se trata, también, de reconquistar el territorio perdido, de demostrar al público que estamos aquí y que queremos hacerlo tan bien como siempre o incluso mejor que nunca y, lógicamente: para retroalimentarnos.
El público en artistas como tú, siempre está junto a quienes valéis…
Gracias… Eso es lo que ocurre en el teatro. Hay un aplauso final en todas las obras que he visto, incluida la mía, donde hay un reconocimiento mutuo de agradecimiento humano. El público a nosotros por haber vuelto y nosotros al público porque sabemos que no es fácil.
Dais y recibís…Son satisfacciones mutuas o algo parecido ¿No?
No estamos en la hora de los ‘divos’ sino en la hora de los compañeros… Los que están en las butacas y los que estamos en el escenario. Esto es un viaje conjunto en la misma barca: salir de estas telarañas.
Cuánta razón… ¡Hay que salir de las telarañas!
A España en general, ¿le hace falta –a tu juicio- más sentido del humor?
España está muy crispada. Yo soy muy poco dado a juzgar ya las cosas porque no tengo todos los datos y tampoco tengo ninguna solución, pero nos vendría bien a todos, a España, al planeta, a la humanidad, al ser humano, relajarnos, que la vida es mucho más sencilla.
¿Cómo poder vivir una vida más sencilla?
Si nos pusiéramos de acuerdo con la naturaleza, si no nos infringiéramos tantos daños unos a otros, si no tuviéramos la ambición de manejar la vida de los demás, si no tuviéramos tanto capricho inútil… Hay una asignatura que no nos enseñan nunca cuando estudiamos: La sencillez.
Alguna vez a lo largo de tu vida, ¿has perdido la risa?
Alguna vez. Lógicamente cuando hay momentos duros, todos la perdemos. Pero luego hay que recuperarla porque sin sonrisa no hay horizonte.
¿Piensas que a veces es necesario poder llorar para desahogarse?
Hay que vaciar el líquido de frenos del alma, pero una vez hecho eso, tienes que ponerte de pie de nuevo y continuar. No hay más remedio. Ayer es nunca más y mañana aún no ha llegado… Yo soy Mr. Next.
¿Los hombres no deben llorar?
Los hombres que no lloran son sospechosos. Y las mujeres que lloran demasiado, también.
Ante una situación como la actual: ¿cómo o qué hacer para no perder esa risa en el camino?
Relativizar. Las desgracias concluyentes que ocurren no se pueden relativizar. SI se te muere un paciente o queda contagiado, o tiene un problema económico como consecuencia de todo esto, no se puede decir, sigue ‘pa lante’, porque lo primero es vivir y después filosofar. Dicho esto, cuando lo tienes cubierto, hay que levantar la mirada porque en realidad, quitando las grandes tragedias, casi nada es para tanto, nuestro ombligo nos pesa demasiado.
¿Qué es lo que menos risa te causa o, según se analice: lo que más risa te ha causado dentro de la tácita ironía, claro?
No me causa ninguna risa la explotación del hombre por el hombre, el dominio de los ricos sobre los pobres, el imperio de los astutos sobre los inocentes… A mí me gusta la ingenuidad aunque sé que eso también es una ingenuidad decirlo, porque con la ingenuidad se va a pocos sitios prácticos, pero se va a algunos lugares alegres.
Tú eres un hombre que ha enamorado y se ha enamorado varias veces pero vivir, vives solo. ¿Eso forma parte de algo natural, lo provocas o porque estando solo puedes reír mejor?
Viene dado. Yo no quiero estar solo, no es una vocación ni ningún tipo de obsesión por estar libre o ser un hombre solitario. Lo que pasa es que cuando no se dan las circunstancias, soy de los que no se las inventan, porque inventarse una cosa que no es, es acentuar un fracaso que llegará tarde o temprano. No me quiero inventar cosas.
¿Qué les dirías a aquellas personas que se ven obligadas a vivir solas y que no lo toleran?
Que estar solo te permite estar lleno de inquietudes y sacarlas adelante: leer, escribir, ver cine, escuchar música, pasear por el campo, mojarte los pies en el mar… lo que te guste. Tienes que tener cosas que hacer. Necesitas algunas rutinas. Algunas de ellas que te plazcan y las que no te placen, por lo menos que te mantengan despierto y ordenado, porque la brújula de la vida de cada uno, es el criterio. Y si pierdes el criterio, has perdido el rumbo.
Sabemos que no incursionas en las redes sociales… que no te va todo esto de la tecnología… ¿piensas que todo ello, a la larga, en lugar de acercar: distancia a las personas?
Ahora mismo sí estoy siendo muy activo porque tengo al lado a una persona de la productora y estamos publicando dónde voy, etc. Pero yo no hago mucho caso a las redes sociales -dándoles todo el respeto a las personas que opinen-. No me parece muy saludable estar pendiente de millones de voces que pueden decir cosas de ti, no vas a convencerles a todos, con lo cual no voy a perder mi vida en convencer a nadie. A mí me gusta mucho una frase de Machado: “Sólo le canto mi copla a quien por mi camino va.”
Si fueras ministro de Sanidad…
Nunca sería Ministro de Sanidad. Intento tener salud mental que es un punto de vista positivo sobre las cosas, engañarme lo menos posible, no envanecerme como en otras épocas de la vida cuando eres más joven, porque no quiero ser Ministro de nada, no quiero dirigir la vida de nadie, porque eso es un compromiso enorme y no estoy capacitado.
¿Crees que algún día saldremos de esta?
No tengo duda. El planeta está aquí desde hace 4.500 millones de años. Sólo estamos en el año 2020 presumiendo de modernidad porque tenemos Tik Tok o Twitter. Es un disparate, no se pueden tener tantas cosas para el ego, no se pueden tener 20.000 amigos, no se puede contestar a todo el mundo que te pone un WhatsApp… Es demasiado. No estamos preparados para esto. Además me parece que no es saludable. Pero esto solamente es mi punto de vista.
En tu dorada juventud ¿ya existían los botellones? ¿Participaste de jovencito alguna vez de ellos?
Yo nunca he bebido, nunca he fumado, nunca me he drogado… Sé que es difícil de creer pero es así. Soy una persona a la que no le gusta nada perder el control de sí misma, no le encuentro ninguna gracia a emborracharme, por ejemplo, porque pienso: ¿tienes que fugarte de ti porque te gustas tan poco? Hombre, yo no es que me adore pero me gusta tener el dominio y el conocimiento de la situación porque si no estoy lúcido ¿de qué me sirve estar en algo?
¿Qué esperas a estas alturas de tu vida en general?
Seguir con ilusión, funcionar, hacer mi trabajo, saber que todo es bastante poco importante, que casi todo es para nada, pero intento pasar por el mundo sin salpicar, quiero pasar por aquí sin ensuciar.
¿Y de tu vida en particular?
Estoy abierto a todo lo que pueda ocurrir; nunca se sabe el rumbo que van a tomar las cosas porque afortunadamente gozo de una de las mayores fortunas: una salud -hasta este momento- sorprendente. Nunca he estado enfermo ni me hago análisis… Me tiro del trampolín… Empiezo a pensar que soy de plástico… No pasa nada… Yo tengo inquietudes del alma, no tengo inquietudes del bolsillo… No soy ambicioso.
Pedro Ruiz, un ente pensante y ‘actuante’ al que no se le puede clonar, ni como artista ni como ser humano. Verlo en ‘Loc@s. Reír nos cura’ es un espectáculo aparte…
©Julio Bonamino.
Coordinación: Nuria Santero.
fotos©Marcelino Bonamino/Bayres/ALGENTE