“OPERACIÓN RENOVE…”
Hoy comenzamos viendo cómo, tras finalizar las competiciones los tres transatlánticos zarpan hacia una inevitable ‘Operación Renove’.
…El Barcelona, a punto de coronar el ‘Everest’, se desmoronó de forma inexplicable.
La Champions y la Copa del Rey han puesto contra las cuerdas un triplete –que parecía lo más lógico por el potencial deportivo- y Valverde queda en entredicho sin dejar de subrayar que liderazgo de Messi (sin lugar a dudas el mejor jugador del mundo), queda bajo sospecha.
La planificación debe ser intensiva, exige que Bertoméu tome el toro por los cuernos y renueve el equipo fundamentalmente en su línea de ataque, donde lo más absurdo fue llegar a competir sin delantero centro y sin ningún delantero que fuera capaz de darle soluciones a Leo Messi.
¡Tan absurdo como real!
Además, debe reforzar algunas de las otras líneas. El proyecto del Barcelona es el más claro y el menos complicado.
…Otra, diferente, es la lectura del proyecto Florentino-Real Madrid, donde la excavadora tiene que entrar con mayor virulencia por el estado y la caducidad de muchas de sus estrellas que ya no están en el nivel deportivo de siempre y, una afición que -algo innegable- ha perdido el crédito al perdón transformándolo en exigencia.
El Real Madrid no puede permitirse fallar.
…Por último, el Atlético de Madrid, que ha llegado a puerto sumando fracasos que han sido de gran magnitud, acompañado por las bajas.
Se va el talismán de la defensa y en esa parcela, a su alrededor, debe construir una defensa con urgencia; un dique de contención nuevo, ya que esa zona ha sido siempre la base de la idea de juego de Simeone.
El medio campo en busca de dos centrocampistas que le den calidad de juego y dirección de ideas donde Simeone, después del fin de ciclo del portugués Thiago, lleva dos ejercicios ya, sin encontrar sustituto.
Y fundamentalmente: la ausencia de Griezmann que tendrá que reemplazarlo con criterio y con el nivel goleador que le otorgaba el crack. En definitiva, agosto va a ser el mes de los nuevos escaparates…
Y al ver a los tres transatlánticos adentrándose en ese mar tan lleno de interrogantes, me despido hasta nuestro nuevo encuentro, dejando en el aire una de las preguntas más complicadas:
¡¿Quién acertará?!