ONÉSIMO: FÚTBOL DE CALLE

Después de observar durante un fin de semana, juntos, diez, doce partidos  -en Valladolid- de críos de 7 a 14 años, llegó el café matutino del lunes con mi gran amigo y colega (también entrenador nacional): Víctor Manuel Fernández Gutiérrez: Entrenador Nacional UEFA, Pro exfutbolista profesional del Real Madrid, C.D. Tenerife, C.D. Toledo, Real Valladolid, Villarreal F.C., Cartagena, C.D. Leganés…Vamos, hablo de un Internacional absoluto.

Y con Víctor surgió este inesperado análisis que me congratulo compartir con la cantidad de lectores que me leen en ALGENTE  y dirigiéndome principalmente –si me lo permiten- (previo saludo por su gran labor poco gratificada) a los entrenadores de base que tienen en sus manos la ilusión-talento-formación, precisamente, de los críos de esas edades  -7 a 14 años- que me llenan de pasión cada vez que les observo.

Digamos pues que de aquellos maravillosos años cuando los parques estaban repletos pasiones similares, recuerdo cómo nos juntábamos todos los amigos del barrio con un balón despellejado para jugar un partidillo; daba igual, ahí estaban los grandes, los pequeños, los altos, los bajos, los gordos, los flacos, los buenos, los malos, de distintas edades, conformando un abanico interminable de parecidas ilusiones.

 Es decir que “ahí” entrábamos todos. No se cómo lo hacíamos pero los equipos siempre estaban igualados. Y atención: en esos grandes partidos sólo había una cosa clara: No había reglas ni teníamos a nadie en la banda del campo diciéndonos:pasa, abre, cierra, corre, levanta la cabeza, presiona”.

Y es así es como aprendimos a jugar al fútbol.

Todos sabíamos cómo teníamos que defender para que el balón no entrara por ese banco medio roto que era la portería… Uno –entre los que nos encontrábamos, momentos que recordamos con sensibilidad especial- se daba cuenta (a base de equivocarse) de cómo mejorarlo “la próxima vez. 

O un compañero decía cómo  creía él que habría que mejorar tal jugada y seguramente que lo hacíamos mejor.

Aquellos niños regateaban, probaban cosas, intentaban jugadas difíciles, hacían paredes con los bordillos, todo sin miedo a tener a alguien que te dijera “¡Oye, que eso no es así!”

Desde la distancia del tiempo y los recuerdos, hoy echo de menos niños atrevidos, niños descarados… Echo de menos parques llenos de niños y niñas jugando al fútbol…Es verdad que ahora  tenemos escuelas, campos mucho mejores que los de tierra que eran casi impracticables, que todo ha ido a mejor en todos los aspectos, pero… Hemos pasado de tener un entrenador que te hacia una pared para tirar a portería y un partidillo, a los de ahora que le dicen al niño todo lo que tiene que hacer, sin que el niño haya experimentado antes lo bonito que es este deporte sin reglas.

Como se suele decir: “Los extremos son malos” aunque  en este deporte hemos pasado de un extremo, a  otro totalmente contrario.

Sinceramente creo que estamos perdiendo la esencia de este deporte, la esencia del niño que sabe jugar desde que sale de la tripa de su mamá intentando darle normas que el él, con 6, 7, 8,…. 11 años, no entiende.

El fútbol es mucho más fácil. Veamos, los niños como mas aprenden es jugando y disfrutando de este gran deporte y claro que sí: ellos tienen que fallar, tienen que equivocarse, tienen que perder muchas veces y ellos mismos deben darse cuenta de lo que hacen bien y mal a base de jugar y jugar; entonces sí, a partir de ahí ir guiándoles hacia lo correcto sin quitarles esa imprescindible esencia que mencionamos, es decir, el talento innato que los niños llevan dentro y que, posiblemente, si se la quitamos, con 12 o 13 años ya no quieran seguir disfrutando de este gran deporte.

En definitiva, dos profesionales que salimos del Fútbol de Calle  -como pensamos tiene que ser el fútbol en esas edades en las que el talento del que hablamos surge libremente-  pedimos correcciones, más que prohibiciones o resultados.

Consignas, presiones, “resultadísimo”, buenos y malos ratos -¡¡ojalá!!- vendrán después…Eso será porque crecen en este deporte… Pero en estas edades, tan sólo que jueguen, que disfruten y que se diviertan todo lo que puedan.

 

ONÉSIMO SANCHEZ GONZALEZ

Ex-Futbolista y Entrenador Profesional Analista y Comentarista en Radio y Televisión