MARCOS GARCÍA MONTES:

“Nos estamos planteando hacer públicas las ‘Memorias de Rafi’ para que, por fin, se sepa toda la verdad”

Marcos García Montes, abogado con reconocido nombre y apellidos, con medio siglo en su profesión, es quien –tras haberse cumplido el pasado 1 de agosto 41 años del asesinato de los marqueses de Urquijo-, recibe a ALGENTE en una entrevista exclusiva en la que, como veremos, destaca una serie de titulares, algunos de los cuales viene esgrimiendo desde que, en aquellos años, nos permitió (en varias ocasiones) entrevistar a su defendido Rafi Escobedo que, tal como entonces fuimos publicando en un conocido semanario español, siempre nos habló de su inocencia.

Como recordarán nuestros lectores más veteranos, Escobedo fue acusado del doble crimen de sus suegros (él se casó con Myriam, hija de los marqueses) y, por ello, fue condenado a  53 años de prisión pero, el 27 de julio del 88 –cuando ya habían transcurrido ocho años del doble asesinato-, fue encontrado muerto en su celda “tras haberse suicidado” (la versión oficial habla de que fue encontrado ahorcado en su celda) aunque, como bien reitera García Montes: “fue asesinado”…

El renombrado abogado, no solo reafirma en  nuestro encuentro, su convicción acerca de esto último, sino que –además- nos habla del libro escrito (y de sus contradicciones con otras declaraciones anteriores) por la que fue la mujer de su defendido; de los miligramos de cianuro que Escobedo tenía en sus pulmones y de cómo fue engañado para matarle; de las memorias escritas por Escobedo que nuestro entrevistado tiene guardadas bajo llave en México y en los EEUU y que se están planteando darlas a conocer a la opinión pública, así como de un exhaustivo etcétera que nos sorprenderá.

Es el caso de un doble crimen perpetrado en la mansión de los Urquijo en Somosaguas  (uno de los más mediáticos de todos los tiempos) que acaparó las noticias televisivas, así como las portadas de periódicos y revistas y que hoy, como veremos (quien fue el abogado de Rafi Escobedo): no abandona la certeza acerca de la inocencia de su defendido.

Agradecemos públicamente a Marcos García Montes por sus declaraciones que a continuación transcribimos literalmente y que comienza recordando cómo fue la primera toma de contacto con Escobedo…

“Me llamó Rafael Escobedo porque era compañero de celda del Ex Alcalde de la Junquera que salió absuelto y me dijo que me quería ver… Rafi apenas dormía porque se pasaba las noches escribiendo sus memorias y bebiendo coca cola. Esto fue en 1983. Hoy, aunque hayan pasado tantos años, sigo luchando por su memoria y declarando públicamente su inocencia”.

¿Y es verdad que desde el minuto uno creíste en su inocencia?

“Sí, pero no solamente porque él me lo dijera, sino porque una vez leído y releído el sumario, llegué a la conclusión de encontrarme ante un verdadero caos ya que no se puede terminar ese sumario con una sentencia de un folio que diga… (¿lo recordaréis?) que él era culpable… ‘en compañía de otros’ y no diga ¡¡absolutamente nada más!!”.

García Montes recordó también algo muy significativo en aquel “caótico sumario”. Así se expresó:

Además, el policía que intervino en el tema de los casquillos, dijo que no podía asegurar que los casquillos encontrados en la finca de Moncalvillo de Huete, en Cuenca –de la familia de Rafi Escobedo-, pudieran ser los que se utilizaron en el crimen porque no tenía la pistola…”

Y agregó, con contundencia, recordando detalles de aquella acusación:

“Pero es que además, la pistola que apareció en el pantano de San Juan -que luego desapareció del juzgado de instrucción de San Martín de Valdeiglesias-, no era la pistola del crimen, ya que la pistola del crimen era americana que percutía en redondo y no de forma puntiforme, por ello: ¡Nadie puede creer que fuera autor de la muerte porque, entre otras cosas, los doctores Raimundo Durán y García Andrade (que fueron quienes hicieron la autopsia), dijeron que el autor/autores del crimen, eran profesionalizados, expertos y sicarios y eso no tiene nada que ver con Rafi Escobedo sobre el que existe un informe psiquiátrico que repito, nada tiene que ver con esto.”

¿Qué otros argumentos puedes agregar para avalar la inocencia de Rafi Escobedo?

“El crimen de los marqueses de Urquijo fue un crimen en familia, con personas muy vinculadas a la familia, entre ellos una mujer, porque el lazo de mujer que aparece cerca de los pies de la cama de la marquesa nunca apareció en el sumario, como también desaparecieron del juzgado los casquillos”.

Y añadió:

“Además, en mi opinión, lo más grave fue que, hasta los médicos forenses dieron un avance de la autopsia en la que datan la hora de la muerte a las 0 horas del día 31 de julio al 1 de agosto y, sin embargo,  Rafi aparece a las 2.30 de la madrugada del día 1, con lo cual, es que no cuadra ni la hora”.

¿Qué nos puedes decir sobre lo que fue caratulado como ‘suicidio’ de Rafael Escobedo?

“Cuando yo llegué a la prisión con 500 periodistas, se me ocurrió decir que podía ser homicidio o suicidio y la gente alucinaba hasta que, 25 días después, pudimos conocer los resultados obtenidos por el Instituto Nacional de Toxicología que certificó que Rafi tenía 14 miligramos puros de cianuro por cada kilo de pulmón y recordemos que, una persona de complexión normal como era él, tendría 6 ó 7 kilos de pulmón y lo hallado era cianuro residual, lo que significa que ingirió mucho más sin ningún tipo de adulteración de tóxicos de cocaína o heroína.”.

¿Y eso significa..?

“Pues significa que a Rafi lo engañaron dándole una papelina y lo que le dieron fue cianuro; además hay que recordar el examen de la autopsia que hicieron los doctores Folgueras y García Andrade, un examen que no deja en absoluto lugar a dudas”.

Llegados a este punto el abogado subrayó la importancia de recordar, concretamente que “el doctor García Andrade, eminente psiquiatra forense, le hizo un examen psicopatológico, haciendo constar que no tenía capacidad para matar y menos para rematar”…

Marcos García Montes consulta apuntes, documentos, resultados que le permiten hablar con propiedad. Así fue que sumó detalles respecto de esto último:

“Estos doctores dijeron que Rafi Escobedo no tenía signos de que estuviera vivo cuando lo consumió. Lo primero porque 14 miligramos de cianuro residuales por kilo de pulmón -que también aparecieron en el intestino, estómago, corazón y riñón- indicaban que era una persona que estaba inconsciente o muerta y sobre todo, que no tenía óxido en las manos de haberse cogido a los barrotes de la ventana de la prisión, es decir: ¡lo asesinaron sin ninguna duda! ¡Y así lo reconoció el juez bajo la figura jurídica de ‘auxilio al suicidio’! Por cierto, los que lo “suicidaron” -al día siguiente-, salieron hacia la prisión de Palma de Mallorca donde les dieron tercer grado”.

Sobre el libro que publicó Myriam de la Sierra, García Montes no fue menos explícito:

“Myriam de la Sierra hace 4 años publicó un libro en el que dijo que no estaba nada segura de que Rafi fuese el autor material de la muerte de sus padres. A Rafael le condenan como el que dispara la pistola y eso es absolutamente falso, él nunca disparó ninguna pistola. Ella, al principio, le acusó de ser el autor del crimen pero, años después, aseguró lo contrario, es decir, que él no fue el autor material, con lo cual esto importa más que los que (no sé por qué motivo) acusaron a Rafi Escobedo de ser el autor de la muerte y años después (en ese vaivén de contradicciones) dicen que no saben quién lo hizo y que Escobedo no fue el autor de la muerte. Un auténtico despropósito.”

Más adelante Marcos García Montes, comentó:

“Se confundió balística forense con trayectorias, es decir, si le hubieran preguntado a los policías, en vez de trayectorias balística forense, hubiera salido el tema, sobre todo el proponerle a los médicos forenses que le hicieron un examen psicológico tras el cual habrían dicho que no tenía capacidad para matar, cuando en realidad los asesinos tenían un ánimo frío, calculador y profesionalizado… Conclusión: eran asesinos profesionales. En el informe de autopsia se establece –reitero- que los autores tenían el siguiente retrato robot: ‘Ánimo frío calculador y profesionalizado’ ”. ç

¿Podemos decir entonces que Rafi fue algo así como ‘una cabeza de turco’ que le cargaron el muerto… En este caso ‘los muertos’?

“Sí. A Rafi le cargaron el muerto porque él tenía personas muy vinculadas a la familia y él le prometió a su madre que nunca hablaría del tema hasta que fallecieran personas vinculadas a las familias de los Urquijo y de los Escobedo… ¡Y lo cumplió!”.

También hablamos sobre las memorias que Rafi Escobedo escribió en presión:

Las Memorias de Rafi las tenemos guardadas su amigo René Reinoso y yo, en México, Tijuana y en San Diego, validadas por un notario”.

¿Algún día verán la luz?

“Nos estamos planteando hacerlas públicas para que, por fin, se sepa la verdad y los verdaderos culpables se quiten el antifaz…Y nos lo planteamos, como digo, porque estamos un poco hartos; lo que pasa es que a los verdaderos asesinos no se les podrá imputar ya que tienen prescripta su pena…En esas ‘Memorias’, además de nombres, apellidos, detalles, hay otros puntos muy importantes, como por ejemplo la declaración que hace Rafi Escobedo en la que dice que fue el autor de la muerte y en qué circunstancias las realizó”.

García Montes nos recuerda que su defendido se declaró culpable pero “la confesión la hizo bajo un chantaje de la policía con lo que se llama ‘tortura siciliana’ que consiste en dejarle desnudo y reírse de él, mientras se desmorona psicológicamente; fue entonces cuando  él dijo que mató a la marquesa a metro y medio de los pies de la cama pero, si sumamos el metro y medio de la marquesa, suman 3 metros y, sin embargo los médicos, dijeron que el disparo fue a bocajarro, a unos 20 centímetros y el disparo del cuello a quemarropa, que es apoyando el arma sobre la piel de la marquesa, con lo cual esto es rigurosamente mentira”.

Nuestro interlocutor abundó también en otras cuestiones que son fundamentales:

Tampoco cuadra nada que el administrador Diego Martínez Herrera apareciera con una camisa negra y con lesiones en su brazo izquierdo, diciendo que le había mordido un perro, cuando era imposible; además, el administrador, manifestó en el sumario que fue él a vender en Londres, el hotel Ritz y el Palace y se demostró que era absolutamente falso; asimismo abrió la caja fuerte con documentación sin permiso del juzgado y después la quemó; también los casquillos de la finca de Somosaguas desaparecieron del juzgado”.

Marcos García Montes tampoco dudó al recordar lo que en su día trascendió como algo de gran importancia en este mediático crimen como fue que “el administrador ordenó a la enfermera lavar los cadáveres a alta temperatura, con lo cual, desaparecieron los estigmas o tatuajes de pólvora perjudicando la investigación policial y judicial”.

¿Recuerdas qué explicación dio el administrador tras haber ordenado el lavado de los cadáveres de los infortunados marqueses?

“Claro que sí…Manifestó que lo hizo ¡¡para que estuvieran guapos!”.

En nuestro encuentro, el reconocido abogado tampoco se dejó ‘en el tintero’, algo que no olvida y que, literalmente, lo califica como “lo más grave, como fue el hecho de que, al final apareció una certificación de la embajada de Estados Unidos en Madrid que daba cuenta de que el marqués era traductor, intérprete jurado… Certificado –reiteró- por la Embajada americana, lo que sugiere –subrayó textualmente-: de que tenía contacto con la CIA”.

Y continuó, expresando sus convicciones que transcribimos respetando su propio verbo: directo y contundente, como fueron nuevas cuestiones que revisten vital importancia a la hora de seguir posicionándose respecto de la inocencia de Escobedo:

“Le ‘suicidaron’ y los forenses descartaron que Rafi Escobedo fuera el autor material de los disparos, es decir: el que disparó…Como he dicho en otras ocasiones: El día que murió, los asesinos y la asesina brindaron con champán”.

Y, cómo no, volvió a mencionar a la ex mujer de su defendido:

“Entre tantas cosas que no me cuadran, es que Myriam de la Sierra acogiera a Rafi cuando apareció en la casa de la familia de Somosaguas y estuviera hablando con él durante unas horas y tampoco cuadra que tardaran en detener a Rafi Escobedo desde el 31 de julio-1 de agosto de 1980 hasta abril de 1981…”.

¿Cuál es tu opinión definitiva sobre la investigación realizada en este histórico caso?

“¡¡La investigación que se hizo fue toda ridícula!! Además, hoy en día, a Rafi le hubiera enjuiciado un Tribunal ante el jurado y le hubiesen absuelto por unanimidad: 9-0”.

Ya finalizando nuestro encuentro, señaló:

“Qué pena que la normativa y la presión sobre los jueces de antes no es la de ahora. Los jueces de instrucción 3 se excusaron de no seguir adelante con el tema alegando que eran amigos de la familia Urquijo, que había mucha vinculación de la familia Urquijo con la Judicatura…Además, se dice que cuando Rafi Escobedo estuvo en el juicio, le dijo el presidente: “levántese el asesino y confiese con verdad al fiscal”, con lo cual, ni era el asesino ni tenía la obligación de contestar porque podía negarse. Vamos, de risa. Una historia surrealista propia de una película de terror”.

Al despedirnos, volvió a hablarnos de las mencionadas ‘Memorias’ que, sin duda, al darlas a conocer públicamente, serían una auténtica bomba.

Enfáticamente, concluyó:

“Como ya he dicho, aunque la pena haya prescripto: ¡¡Podremos conocer a los  verdaderos culpables de tan horrendo crimen, al leer las ‘Memorias’ de Rafi!

Gracias a esas ‘Memorias’, cuando llegue ese día: ¡Veremos sus caras sin antifaz!”.

©Bayres/ALGENTE

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