Maestro MORRICONE
El nombre de Ennio Morricone en uno de nuestros escenarios, al frente de sus metáforas musicales, de su poesía orquestal, de su pirotecnia hecha música, emociona desde ya a propios y extraños. A conocedores de su trayectoria pero también a quienes sólo (y cómo no) lo identificarán con las bandas sonoras más celebradas y tarareadas de la historia del cine… Así nos recuerdan que“formado en trompeta y composición por el Conservatorio de Santa Cecilia de Roma, inició su carrera como compositor con la película “El federal”, dirigida por Luciano Salce, pero la fama mundial le llegó de la mano de los spaguetti westerns que dirigió su amigo Sergio Leone: “Por un puñado de dólares” (1964); “La muerte tenía un precio” (1965); “Hasta que llegó su hora” (1968) y “¡Agáchate, maldito!” (1971). De hecho, la banda sonora que compuso para “El bueno, el malo y el feo” (1966), una de las más reconocibles de la historia del cine con ese famoso aullido del coyote, forma parte del Hall of Fame de los Grammy desde 2009”, “Cuando un hombre ama a una mujer” (1994) y un largo etcétera.
Pero, como bien nos comentan quienes manejan su biografía artística: “además del western, Morricone ha cultivado multitud de géneros cinematográficos y ha trabajado con una extensa nómina de directores internacionales de la talla de Pier Paolo Pasolini, Bernardo Bertolucci, Giuseppe Tornatore, Brian De Palma, Roman Polanski, Warren Beatty, Oliver Stone, Roland Joffé Margarethe Von Trotta… Entre ellos destacan dos nombres españoles: Luis Buñuel, con quien trabajó en “Leonor” (1975), y Pedro Almodóvar, en “Átame” (1990)”.
Entre sus aportaciones más destacadas se encuentran las composiciones para “Cinema Paradiso”, “Malena”, “La leyenda del pianista en el océano” (Giuseppe Tornatore); “Novecento” (Bernardo Bertolucci); “Los intocables de Eliot Ness” (Brian De Palma); “Érase una vez en América” (Sergio Leone); “La misión” (Roland Joffè) y “Giro al infierno” (Oliver Stone).
Nadie sabe realmente el número exacto de películas a las que Morricone puso banda sonora de sus primeros créditos en 1961, aunque se estima que es autor de más de 500.
Los responsables de su presencia entre nosotros, confirman a ALGENTE que este concierto histórico en la Capital, formará parte de su última gira en la que podremos disfrutar de su prolífica carrera como compositor y director de orquesta.
En esta presentación, el Maestro, nos comentan: “ dirigirá una orquesta y coro de 200 personas que interpretarán una selección de sus composiciones más aplaudidas y que contará con la portuguesa Dulce Pontes, como artista invitada dentro de su gira internacional bautizada “The Final Concerts World Tour”.
Quienes pertenecen a su círculo comparten con nuestra publicación, la alegría y la emoción que sintieron “el pasado mes de noviembre cuando Ennio celebró su 90 cumpleaños, disfrutando de antemano el haberse embarcado en esta gira de despedida en la que hay que sumar nada más y nada menos que 35 ciudades europeas en más de 50 conciertos, en las que ya han disfrutado de esta leyenda viva de la música, más de 650.000 personas.”
Como nos dicen y con motivo de su reciente aniversario, Morricone expresó, textualmente, algo que nos señala frente a qué artista nos encontramos:
«Me siento privilegiado de poder festejar mi 90 cumpleaños con esta salud –dijo- Es una bendición poder dirigir aún mis conciertos en tantas ciudades europeas maravillosas y estoy muy contento con la generosidad que mi público sigue demostrándome».
Con más de 70 millones de álbumes y 27 discos de oro, el León de Oro honorífico que le otorgó la Mostra de Venecia en 1995, el Oscar honorífico que obtuvo en 2007 por “sus magníficas y polifacéticas contribuciones al arte de la música de cine” y el Oscar a la Mejor Banda Sonora en 2015 por “Los odiosos ocho”, de Quentin Tarantino, es más que un lujo tener a Morricone entre nosotros.
¡Ennio Morricone o la magia del cine para los oídos!