LUIS PIEDRAHITA: “El humor es un arma de construcción masiva…”

Singular, gallego, humorista, mago , guionista , monologuista ,

Escritor, director de cine… Luis Piedrahita es todo eso y mucho más.

El ‘Rey de las Cosas Pequeñas’ practica un humor mordaz y creativo, inspirado en la trivialidad de todo aquello que puebla nuestro día a día, y sin embargo profundo e inteligente…

Ideas aparentemente pequeñas que provocan grandes carcajadas en un público que lo adora y que disfruta con la locuacidad de sus ocurrencias y su uso juguetón del lenguaje. Coincidiendo con nuestro séptimo aniversario, Luis  nos recibió en pleno ensayo de su último espectáculo:

“El castellano es un Idioma Loable, Lo Hable quien lo Hable.”

Llegamos al teatro en pleno ensayo y Luis Piedrahita nos saluda desde el

escenario. Pese a estar “de servicio” y armados con nuestra cámara, la dirección de ALGENTE no nos prohíbe pasarlo bien durante los reportajes… así que nos permitimos el lujo de fotografiar y reír, todo a la vez.

Tras verlo cientos de veces en la pequeña pantalla, Luis se muestra natural y cercano, por lo que enseguida nos sentimos cómodos a su lado. Llevamos años siguiendo

su versátil y exitosa trayectoria profesional y disfrutamos del encuentro.

Porque nos encanta su humor afilado e inteligente, tan inusual en los tiempos que corren. Un humor con sello distintivo, personalidad y entidad propia, con un matiz diferencial que lo desmarca del resto.

Eso ya es especial de por sí. Pero es que además nos hemos asombrado, en no pocas ocasiones, con sus fascinantes números de magia en programas como “Nada x Aquí” o

“El Hormiguero”, entre otros muchos espacios televisivos. También vimos en su día la película que dirigió, la claustrofóbica “La Habitación de Fermat”.

Estamos pues ante un artista creativo y polifacético que ha creado un estilo único y que ha logrado la difícil hazaña de cautivar al gran público sin ser convencional en absoluto, demostrando que la calidad también vende y que no hay por qué ser común para ser masivo.

Y no es la única paradoja que encontramos en Luis. La más obvia tiene que ver con el tipo de humor que practica, y es que “El Rey de las Cosas Pequeñas”, como él mismo se define, ha logrado desarrollar un humor sagaz y profundo a partir de aspectos, objetos y detalles cotidianos aparentemente superficiales.

En cualquier caso, Luis es diferente.

Aprovechando que ha acabado el ensayo y ya no está en el escenario, sino sentado en la butaca de al lado, empezamos la entrevista hablando de sus múltiples facetas creativas

y de otra serie de dudas que nos mastican el alma…

Eres un todoterreno del mundo del humor y el espectáculo. Humorista, ilusionista, guionista, escritor, director de cine, entre otras ocupaciones… Si tuvieras que definirte, Luis, ¿con cuál de dichas facetas te identificas más?

No sé si me siento humorista, mago, guionista o director de cine… Creo que me siento AFORTUNADO de poder hacer todas esas cosas y mientras el público siga riéndome las gracias, yo seguiré dándoselas. Gracias.

¿De pequeño qué querías ser?

De pequeño quería ser inventor de inventos, valga la redundancia.

Y cuándo seas aun más mayor… ¿qué querrás ser?

Querré volver a ser inventor de inventos otra vez, valga ahora la “tridundancia”.

¿Cómo recuerdas tu infancia?

Como un lugar en el que uno es libre, feliz e inventor de inventos. El lugar al que siempre se quiere volver.

¿Qué fuiste antes, cómico o mago?

Siempre me gustó todo lo que se cocina con ingenio: el cine, los acertijos, el humor, la magia…

Recuerdo disfrutar muchísimo viendo en televisión las actuaciones de Gila, Juan Tamariz o Tip y Coll. Recuerdo que después de su actuación el mundo era un lugar mejor.

¿Tienes morriña de tu Galicia natal?

Allí fue mi infancia, el sitio al que todos queremos volver.

¿Eres un tipo nostálgico, en general?

No especialmente. Tengo buena memoria para las chorradas, eso sí. Recuerdo los anuncios de la tele, las canciones de la época, los dibujos… pero no soy especialmente nostálgico.

¿Piensas que la vida es algo demasiado importante para tomársela en serio?

Pienso que sólo se vive una vez y que es ésta. Hay gente que dice: “Sólo se vive una vez… qué bien, qué ganas tengo de que llegue”.

Tu humor disecciona la vida cotidiana… ¿pero qué opina ‘El Rey de las Cosas Pequeñas’ de las cosas grandes y trascendentes?

Me interesan, claro que me interesan, de hecho hablo de ellas cuando parece que hablo de cosas pequeñas.

Por ejemplo… ¿Eres religioso? ¿La situación actual de España? ¿Crees en el más allá? ¿Crees que hay vida extraterrestre?

Vayamos por partes. La religión o la vida extraterrestre no me parece algo grande ni trascendente.

Son curiosidades sociológicas. La situación de España y el más allá son cosas por las que uno debe preocuparse siempre y cuando sea consciente de que va a conseguir lo mismo que si no se preocupa. Pero no creas que soy pesimista. En la vida hay buenas noticias. Me parece que las tres buenas noticias de la existencia son: el amor, el conocimiento y el arte. Lo demás es menor.

¿Te gusta el fútbol?

No me gusta, pero no me molesta. Es algo que hace muy feliz a mucha gente y que no hace mal a nadie. No hay tantas cosas que reúnan esas condiciones.

¿Tienes mascotas?

No.

¿Te gusta reírte de ti mismo?

Sí.

¿Qué te hace gracia?

Me hacen mucha gracia la gente seria y los gatitos.

Aunque no lo ‘practiques’, ¿te ríes con un tipo de humor más burdo o soez?

Si es bueno, sí. Hay chistes de cacas excelsos y bromas sobre Nietzsche que no tienen ningún interés.

Se te ve muy sereno… ¿hay algo que te saque de quicio o te estrese?

Los tópicos me crispan un poco.

Hablando de tópicos… ¿El humor es un antídoto en tiempos de crisis?

El humor siempre es necesario, tanto en tiempos de crisis como de bonanza.

El humor es un arma de construcción masiva.

¿Tienes algún ídolo o referente?

Julio Camba, Tonino Guerra, Tono y Alejandro Dolina.

¿Qué tipo de ocio consumes en tu tiempo libre?

Me gusta leer, ir al cine y a esas óperas italianas, alemanas o Rusas que duran de cuatro horas para arriba.

¿Te queda tiempo para leer, ir al cine?

Sí. Para la ópera, no tanto.

¿Haces deporte?

No mucho. Voy al gimnasio y muevo cosas que pesan, pero sólo corro si alguien me persigue.

¿Qué tipo de música te gusta escuchar?

La buena. La mala me gusta menos.

Háblanos de tu experiencia en ‘La Habitación de Fermat’… ¿te gustaría volver a sentarte en la silla de director?

Claro que me gustaría, pero no es tan sencillo. Han de cuadrar demasiadas cosas.

¿Qué tipo de cine te gusta?

Al igual que con la música, me suele gustar el cine bueno. El malo me gusta menos. El bueno está mejor. No abunda, pero aún se encuentran cosas.

¿Palomitas en multisalas o eres más de Filmoteca?

Las dos me valen. Lo que no tolero es que se coma durante la película. Si compro palomitas me las como a toda prisa antes de que empiece.

¿Qué opinas del término “gafapasta” como sinónimo de pedante/intelectual?

Me gusta más “gafaplasta”. Solamente añadimos una L, y ya le da otro matiz.

¿Te gusta o te agobia que te reconozcan por la calle?

No me molesta. La gente que se me acerca siempre es educadísima y muy respetuosa. Nunca me he sentido acosado, vejado o humillado sin pedirlo.

¿Es agotador para un cómico que la gente, más allá de tu trabajo, espere de ti constantemente que seas gracioso?

No es agotador porque lo hacen todo ellos. La gente pone mucho de su parte. Tienen tantas ganas de que uno sea gracioso que festejan todo lo que parezca una ocurrencia.

¿Te piden chistes o trucos de magia en las reuniones o por la calle?

Alguna vez. Si puedo lo hago.

¿Cómo consigues sacar ocurrencias tan mordaces de las trivialidades más cotidianas?

Le dedico horas. No tiene otro secreto.

Si cualquier persona dedicara ocho horas al día a pensar ocurrencias mordaces de las trivialidades más cotidianas, también las sacaría. Prueba.

¿Cada cuánto lavas tu pijama?

Una vez a la semana.

¿Se te dan bien las tareas domésticas? ¿Y la cocina?

Se me dan bien las tareas domésticas y la cocina, pero sin alardes. Subsisto.

De pequeño debías de ser un niño muy observador…

Sigo siendo muy observador y aunque ya no soy un niño, espero llegar a serlo algún día. De mayor me gustaría ser un niño muy observador.

El tuyo es un humor muy locuaz e inteligente. Nos llaman mucho la atención y nos divierten esas reflexiones metalingüísticas y cómo juegas constantemente con el lenguaje… ¿Cuándo empezaste a hacerlo?

Desde el principio. Hago ese humor porque es el que me gusta. Si intentara hacer otro, no me saldría. Además, con el tiempo, uno va adquiriendo ciertos compromisos con su público.

¿Podrías decirnos algún sueño que no hayas materializado?

Me gustaría ir a ver las tortugas gigantes de las islas galápagos.

¿Proyectos futuros?

Constantemente. No los cuento porque se asustan.

 

 

                                     Texto y fotos: Marcelino Bonamino

                                                       ©Bayres/ALGENTE