Leo Harlem

 En estado puro…

“LA GENTE USA EL GPS HASTA PARA BAJAR LA BASURA”

La sonrisa en su rostro -pero la sonrisa espontánea, la de verdad, la que “engancha” amigos allá por donde pasa-, es su característica más notable y así, entre sonrisa y sonrisa, si le pedimos que nos alegre la tarde con algunos de sus mejores chistes cortos, va y se anima con unos cuantos…

Y cómo no si le preguntas alguno de pueblo ya que se atreve diciendo que:

«Hay un hombre en mi pueblo que es impresionante: le traen un burro, le pone la mano encima y acierta el color». «¿Y acierta siempre?», le preguntan, a lo que responde: «Nunca, ¿no le he dicho que es ciego?».

Y puede seguir con el de:

“Un niño que le grita a su madre: «¡Mamá, dame otro pastel!», a lo que la madre contesta: «Pero si te has comido una docena, vas a explotar». El niño responde: «Pues me lo das y te apartas».

Y una vez lanzado, te cuenta -por ejemplo- que “en una boda, un invitado se queda mirando a la novia y dice: «Uy, es muy fea, muy fea». «Oye, que es mi hija», contesta una voz. A lo que el invitado le dice: «Perdona, no sabía que eras el padre». «Soy la madre», responde”.

Y volviendo a la filosofía pueblerina, va y nos dice:

“Había un cliente que quería unas gafas», a lo que el dependiente le contesta: «¿Para cerca o para lejos?». «Para aquí para el pueblo».

Y no tienen desperdicio alguno los monólogos increíbles que, sobre emprendedores, celebraciones, paternidad, culto al cuerpo, ocio hiperactivo y modernas tecnologías, Leo Harlem ha abordado en ‘Leo Talks’, programa original Movistar Plus+ producido en colaboración con Globomedia (The Mediapro Studio), disponible bajo demanda) que cerró su temporada el pasado mes de febrero y que lógicamente contará con un nuevo ciclo pasado el verano…

“’Leo Talks’ es una terapia de choque contra el exceso de motivación que se vive en nuestros días”.

Seis charlas compuestas de nuevos textos originales en las que Leo Harlem -irrepetible- ejerce de «personal desmotiveitor».

Con su peculiar forma de ver la vida, Leo demuestra en ‘Leo Talks’ que “los emprendedores son gente que sueña por encima de sus posibilidades; que las celebraciones se han descontrolado; que las dificultades para criar a los hijos no son un problema nuevo; que las continuas actividades de ocio ocupan todo nuestro tiempo libre; que el culto al cuerpo no es del todo saludable y que las modernidades tecnológicas no hacen nuestra vida más fácil”.

Como podemos apreciar, un Leo Harlem en total dimensión que desde los siete años con esa sonrisa y gestos que son algo característico en él, ya destacaba con sus amigos… Su simpatía le valió y mucho en Valladolid donde se instalaría con su familia como panadero que fue desde los 16 a los 28 años.

¡¿Se imaginan ustedes a Leo Harlem ofreciéndote una mona de Semana Santa?!

Tal vez le hubiera pegado más ser arquitecto o abogado, carreras que comenzó y luego abandonó

¿Y de dónde proviene el bautizo artístico de Harlem?

De haber trabajado en un bar de la capital vallisoletana: el Harlem…

Años inolvidables que Leo recuerda con nostalgia y emoción, como antesala de su gran oportunidad, después de haber actuado en otro establecimiento; una oportunidad única que se le cruzó en su vida gracias a una de sus actuaciones grabadas por sus colegas que tuvieron la iniciativa de enviar a la tele, lo que, a la postre, le permitió mostrar sus dotes humorísticas y llegar a la final del Tercer certamen de Monólogos…

Hablamos de hace una veintena de años atrás… pero, como diría el tango: “20 años no es nada” y vaya que sí lo fueron para nuestro protagonista, ya que ese ha sido el título de un éxito imborrable que se estrenó abril del año pasado en Movistar Plus+, titulado genéricamente: «Leo Harlem, 20 años no es nada», un programa grabado en el Teatro Rialto de Madrid en el que el humorista hizo un repaso a toda su carrera, que seguimos recordando en estas páginas:

Inolvidable también aquella etapa de Radio cuando corría el año 2007, haciendo un personaje llamado El Bocas de Zaragoza, donde enseñaba la ciudad encarnando el papel de un aficionado del Real Zaragoza.

Después vendrían diferentes presencias en algunos canales hasta que, Leo Harlem inició su gira con el espectáculo ‘Leo Harlem y Amigos’, compartiendo escenario con los mejores humoristas españoles del momento.

Al comentarle que -al contrario de otros perfiles cómicos- sus monólogos tan aplaudidos y sus chistes -todos- no caen en buscar la risa fácil basándose en groserías, Leo Harlem no duda en subrayar que,personalmente siempre he pretendido -comenta textualmente- alejarme, precisamente, de la grosería. Siempre digo que los chistes son como la pimienta en un plato. Puedes echar una proporción de uno a mil, pero si echas mucha pimienta te cargaste el plato. El humor más zafio, más directo, es como decir al público que no es inteligente”.

Como otro de los rasgos de su personalidad, cabe destacar su postura en contra del maltrato animal, lo que -repasando su trayectoria- nos lleva a recordar el verano de 2014 cuando rechazó tajantemente ser el pregonero de las fiestas de Tordesillas, donde se celebran los tan debatidos festejos del Toro de la Vega.

Leo es ocurrente, incluso al hablar de un simple chándal que, como él dice “es un mundo que ha ido invadiendo la vida de la gente.”

Y agrega con su inconfundible verbo:

Antes veíamos un chándal muy de tarde en tarde, en cambio actualmente, es algo así como el chandalismo ilustrado”.

¿Cuáles son tus pelis favoritas?

Me encantan todas y las de los 80 ni te digo ¡son fabulosas!

Y en general dos títulos para elegir de otro tipo de producciones…

“King Kong”, la antigua en blanco y negro, por ejemplo y… “La ley del silencio”.

Al recordar algunas de sus ocurrencias personalísimas en sus presentaciones televisivas, compartimos carcajada al quedarnos con aquella en la que dice:

«Tengo una lucha personal con el GPS, la gente lo usa hasta para bajar la basura. Nos hemos vuelto gilipollas».

                                                                                        Bayres/ALGENTE / fotos©Movistar Plus+