LAS LUCES Y LAS SOMBRAS DE ROBERTO AMBRÓS

Desde José María Bravo, Vicepresidente primero de la Diputación Provincial de Segovia, hasta el último visitante, disfrutaron de la creatividad de Roberto Ambrós, manifestándole su admiración en persona y dedicándole cantidad de elogios posteriores a través de las redes sociales.

Nuestro protagonista poco a poco se ha ido dando a conocer a través de diferentes exposiciones en Madrid pero, como satisfecho y emocionado iba a decirnos,  “en el caso de Castrojimeno, ha sido muy  especial para mí pues, a pesar de haber nacido en Madrid, he pasado todos los veranos de mi infancia en este pueblo, del que es natural mi madre y, como es natural, me trae muy buenos recuerdos. Un lugar que me llena de emociones del pasado pero también con sentimientos presentes ya que, siempre que puedo, sigo disfrutando de él…Forma parte de mi vida por eso esta exposición ha sido y será inolvidable”.

Sin duda no hay más que ver algunas de sus creaciones para comprender que este nuevo éxito no es casual.

Roberto nos comentaba –mientras veíamos con él algunas de sus obras- que desde pequeño le gustaba dibujar, “sobre todo cómic manga y dibujos cartoon y en esto que os cuento, mucho tuvo que ver mi madre que dibujaba conmigo para relajarme y para que me quedase a su lado para en vez de ir por ahí”.

¿Cómo llegas a la técnica del carboncillo?

De forma autodidacta fui perfeccionando diferentes técnicas de dibujo focalizándome  con la que me siento más identificado que es la del carboncillo, una técnica que, a mi modo de ver, se ha ido olvidando o que ha dejado de tener el protagonismo que se merece puesto que es la base del dibujo y requiere una técnica muy pulcra y con mucho detalle.

Mientras realizamos algunas de las instantáneas que ilustran estas páginas, nuestro anfitrión nos explicó que “es una técnica que se basa en el juego de luces y sombras, de ahí el nombre de la exposición. Para conseguir unos volúmenes de mayor calidad, añado lápiz Conté, negro puro, ya que los carboncillos te dan una amplia gama de grises pero que, sin embargo, nunca llegan a ser un negro puro. Para otorgar una mayor calidad a los dibujos, respeto el blanco del papel en el que dibujo ya que no utilizo lápiz blanco.”

En otro momento de la improvisada entrevista, nos comentó que todos sus dibujos son de tamaño grande “porque cuando utilizas únicamente carboncillo, no es posible introducir tantos detalles como  por ejemplo si trabajases con grafito”.

Antes de despedirnos, nuestro anfitrión  subrayó:

Al margen de que el carboncillo sea la técnica de dibujo que más utilizo, hay momentos en los que mi mente me pide color y es cuando utilizo la técnica pastel tradicional que es lo más parecido al carboncillo. Todas mis obras son hiperrealistas, trabajo a partir de una fotografía de calidad. Sin embargo, mi objetivo no es plasmar una simple copia de la foto. A través de volúmenes y texturas, quiero hacer ver que el cuadro está vivo, que tiene expresividad, que tiene movimiento y mi objetivo es que la persona que contempla la obra reciba esta expresividad  y sea capaz de captar los pequeños detalles que hacen que no sea únicamente una réplica.

Una cita que merecería ser motivo de nuevas exposiciones en diferentes lugares de nuestra geografía ya que se trata de potenciar la natural creatividad de artistas como Roberto Ambrós.