ISABEL… NOS DA SU PALABRA
Su éxito profesional en radio y televisión es de sobra conocido por todos. En estas páginas vamos a ahondar en la otra vertiente cotidiana de Isabel, la de la extraordinaria labor solidaria que realiza día a día a través de la Fundación que lleva su nombre…
Recordar los éxitos televisivos y radiales de Isabel Gemio, así como la cantidad de premios recibidos, sería reiterar páginas…
Hoy, más allá de su éxito radial, el “día a día” más entregado de Isabel Gemio está dedicado a la Fundación que lleva su nombre y que ella fundó para “contribuir a acelerar la investigación en las Distrofias Musculares, otras Enfermedades Neuromusculares y Enfermedades raras(…)Una Fundación que centra todos sus esfuerzos –entre otros importantes apartados- en financiar Proyectos de Investigación Científica que buscan el tratamiento o cura para las Enfermedades Minoritarias conocidas como “raras”, apoyando la investigación biomédica, básica, clínica y trasnacional de aquellos grupos que son líderes en Investigación en nuestros país…”
Naciste un cinco de enero, cuando los niños se preparan a vivir momentos mágicos…
¿Tal vez nacer en esa fecha dejó esa huella solidaria en ti?
No creo que influya el hecho de nacer en un día u otro. Lo que sí me condicionó el ser más consciente de que mi familia no se podía permitir muchos regalos, por lo que Reyes y Cumpleaños eran lo mismo. Pero fue una noche mágica de verdad para mis padres, ya que por fin tenían una niña, después de tres varones.
¿Cómo se te ocurrió crear la Fundación Isabel Gemio?
Cuando vi. lo poco que se investigaban las enfermedades como la de mi hijo y otras miles de enfermedades minoritarias. Entonces me pregunté qué podía hacer para impulsar y promover la investigación. Y después de informarme y ver posibilidades, me pareció que lo más eficaz era crear una Fundación como medio para incentivar la investigación. La creamos un afectado, Álvaro de Iturriaga y yo junto con otras personas de distintos ámbitos que conforman el Patronato. Una Fundación requiere una aportación económica de 30.000 Euros, tiene unos estatutos que hay que respetar y cumplir. Requiere de un rigor profesional y estricto con las cuentas que están bajo el control del Protectorado de Fundaciones que depende del Ministerio de Educación.
¿Cuáles son las premisas a la hora de “aunar fuerzas”?
Creo que todos debemos involucrarnos en aquello que incumbe a tantas personas, y al mismo tiempo causa tanto dolor. Teniendo en cuenta que en España existen alrededor de tres millones de personas que sufren alguna de estas enfermedades minoritarias, a cualquiera le puede pasar. Todos podemos hacer algo, colaborar económicamente y así se tiene una desgravación en la declaración de la renta. En fundacionisabelgemio.com encontrareis toda la información.
Actualmente presenta en “Onda Cero” (los sábados y los domingos de ocho a doce) “Te doy mi palabra”, donde una vez más (cada vez que ha dispuesto de esa libertad, lo ha demostrado): nos lleva por unos derroteros sociales, culturales, humanos de la mano de un periodismo veraz.
Tu programa es directo, como tú:
¿Ser así, sin medias tintas, en la vida cotidiana, hace que también tengamos detractores?
Tener criterio, pelear por lo que crees o mojarte en cuestiones polémicas tiene sus consecuencias. Pero lo contrario es vivir de lado, o de espaldas. En muchos asuntos no se puede ser neutral, especialmente con todo tipo de injusticias. Al menos yo soy incapaz de permanecer indiferente.
¿Te alcanzan las veinticuatro horas del día para preparar tu espacio radial, para la Fundación y para atender tus momentos privados? (Recordemos que es madre de un niño con distrofia muscular de Duchenne).
Es bastante complicado, pero me organizo bien las tareas y el tiempo. Hay que saber priorizar en función de lo imprescindible y seleccionarlo con mucha exigencia. No perder el tiempo en aquello que no me aporta nada o que no valga la pena. Es cuestión de organizarse y elegir. Porque también hay que sacar tiempo para esas cosas que te hacen sentir bien. En mi caso, leer, ir al cine, teatro, museos, naturaleza. Además hago Yoga, Meditación, ejercicio. En fin, que hay que organizarse.
¿Por ejemplo, cómo es un día en tu vida?
Depende de los compromisos y los días que trabajo. De miércoles a domingo voy a Onda Cero para preparar y hacer el programa. Los lunes y martes, que son mi fin de semana, me los dedico a mí, haciendo esas cosas que te mencionaba, y a veces, acudo a alguna reunión de la Fundación.
¿Sueles levantarte con buen humor?
Sí, la verdad, siempre me levanto con buen ánimo. Entre otras cosas porque duermo muy bien, y el descanso es fundamental. Tener un día más por delante lleno de posibilidades, es algo maravilloso.
¿Qué es lo que te hace cambiar el buen humor en la sociedad actual?
Muchas cosas. Andar por las calles de Madrid y encontrar a tantas personas que piden dinero y duermen en la calle, me hace sentir mal. O ver los informativos. El drama de tantas personas que no tienen nada. Y por otro lado, la corrupción tan exagerada que hay en este país. Que los dos grandes partidos que han gobernado no hayan puesto más controles para ponérselo difícil a los sinvergüenzas ¡me indigna!
¿Cuándo vas por la calle y ves la cara de una gran mayoría, no percibes que en el ambiente se palpa una sensación de tristeza?
La gente tiene muchos problemas, muchas dificultades para vivir con dignidad. Es muy triste que la gente honrada lo tenga tan complicado en muchos aspectos. No hemos aprendido demasiado con la crisis. La peor enfermedad de una sociedad es la indiferencia ante los males de los demás. Nos hemos vuelto egoístas e insolidarios. Cuando en realidad nos necesitamos todos.
¿Pero no crees que hay que “sufrir” un “palo” gordo, alguna mala noticia de verdad, una “rara” enfermedad de un hijo, de un familiar, como para aprehender (con h) esos trocitos de buenos momentos que a veces nos empeñamos en no disfrutar…?
No debería ser necesario para reaccionar y vivir con más plenitud. Pero desgraciadamente a menudo las personas cambian su perspectiva de la vida, después de haber sufrido un gran revés. Perdemos demasiado tiempo en cosas absurdas y sin importancia. Cuando vives con alguien enfermo todo cambia, valoras mucho la salud, el amor, la amistad, una puesta de sol espectacular, un gesto de generosidad. Esas pequeñas y grandes cosas que son de verdad las que hacen que la vida valga la pena.
Das tu palabra cada fin de semana en “Onda Cero” pero: ¿Y tu vuelta a la televisión? ¿Tienes alguna propuesta arriba de la mesa que podamos saber aunque no desveles detalles?
De vez en cuando hay algún proyecto que me presentan o que presento, pero de ahí a cuajar. No me obsesiona la televisión. Poder hacer lo que hago ahora mismo en la radio es todo un privilegio. No son tiempos fáciles para el periodismo ni para los profesionales. Muchos se han quedado sin trabajo. Y yo llevando más de treinta años trabajando, sigo aquí, sin haber tenido que renunciar a mi coherencia y forma de entender este oficio.
¿Cómo describes-comentas-analizas-valoras-criticas, la televisión actual?
En cada época hay de todo, bueno, malo, regular. Veo muy poca televisión. Ya te decía que tengo que elegir muy bien mis objetivos. Creo que los programas de actualidad viven su mejor momento. Les favorece el tiempo que vivimos tan efervescente y cambiante de la política.
¿Entrarías en un mediático reality porque el dineral que te pagasen serviría para potenciar tantas investigaciones y ayudas de tu Fundación?
Si todos los participantes fuésemos de Fundaciones y ONGS, quién sabe, a lo mejor me atrevería. Por conseguir dinero para la investigación soy capaz de muchas cosas.
¿Piensas que hay gente en el medio que está deseando verte en la pequeña pantalla para criticarte?
Mira, eso es algo que no pienso.
Eso de que la envidia en España ocupa el primer lugar: ¿Será verdad?
Debe ser muy triste sentir envidia. No lo sé porque jamás en mi vida la he sentido, en eso soy virgen. Soy más proclive a sentir admiración y respeto.
¿Cómo ves, socialmente, a la España actual?
Se han perdido muchos derechos que tardarán en recuperarse, si es que se recuperan. Demasiadas personas han sido apartadas, excluidas de la sociedad del bienestar. Los más vulnerables siguen en crisis. Y la clase media, casi ha desaparecido. Eso sí, los muy ricos, lo son más aún que cuando comenzó la crisis. Es todo muy injusto.
Por suerte hay otra España solidaria, seria, culta, comprometida… ¿Notas que al haber dado tu palabra, públicamente como Isabel Gemio, en esa titánica labor que cumples con tu Fundación, te es más fácil abrir los brazos y recibir?
Es muy difícil conseguir que te den dinero. Sobre todo de los más ricos porque de entrada es casi imposible llegar a ellos. En cambio, la gente sencilla, trabajadora, o profesionales que tiene resuelto llegar a fin de mes, son los más solidarios. Todos aquellos que saben que la mala fortuna llama a muchas puertas, y puede llamar a la suya. En cambio los millonarios no se conmueven con este tipo de causas porque piensan que si les pasa a ellos, comprarán lo que necesiten. Como si la salud se pudiera comprar.
¿Sin duda una de las cosas que más te duelen es la sufrida infancia de muchos niños?
Nadie mínimamente sensible puede comprender el dolor de un niño que padece una enfermedad.
“Te doy mi fuerza”, les decís a esas criaturas… ¿Recibes toda la ayuda que necesitas o toda ayuda es poca?
Toda ayuda es insuficiente para ir deprisa. Investigar es urgente. Hay millones de personas que mueren sin disponer de una cura, y millones de personas en el mundo, casi treinta en Europa, sufren alguna enfermedad minoritaria. Y cada noche se acuestan sin una buena noticia sobre su enfermedad. Cuanto más se investigue más posibilidades existirán para encontrar la solución.
Isabel, te preocupas por la salud de tantas almas inocentes a las que le entregas tanto de ti, entonces:
¿Qué sentimientos de verdadera angustia sufres al ver imágenes, por ejemplo, en los telediarios, donde cantidad de niños mueren bajo las bombas?
Hay demasiado dolor en el mundo. Me produce tristeza, pero también indignación. La guerra es un buen negocio para muchos.Una mujer que ha sabido asimilar las empalagosas mieles del éxito.
Hoy día hay mujeres que “matan” y son capaces de lo que haga falta por un minuto de popularidad, por eso hay que decir que Isabel Gemio, como sabemos, llegó a protagonizar durante años un impresionante subidón mediático, pero que no mareó ni dañó un cerebro y un corazón que hoy funde a modo de, algo así como un cheque en blanco, en beneficio de quienes tanta ayuda necesitan como la que brinda su Fundación.
Isabel, te damos toda la fuerza del mundo…
Muchas Gracias.
©ALGENTE
Entrevista©Julio Bonamino/Liliana Cozzi
Fotos © fundacionisabelgemio.com/Víctor Cucart