GREENPEACE HABLA CON ALGENTE SOBRE:
LA DEVASTADORA SEQUÍA ANUNCIADA
“La sequía pasa factura”…Greenpeace nos alerta: ¡Debemos concienciarnos”
Esto es lo que nos decía Greenpeace en una entrevista que mantuvimos en enero de 2018 y que tras ser editada en ALGENTE tuvo sonada repercusión en nuestra amplia zona de distribución.
Hoy, cuatro años y medio después y dada la terrible situación que España vive con la devastadora sequía que ha alcanzado unos límites insospechados, nos reunimos con Julio Barea, Responsable de la campaña de Agua de Greenpeace quien, en una amplia entrevista -con gran preocupación y en la línea objetiva que le caracteriza-, comenzó diciéndonos:
“La sequía, por falta de lluvias (y exceso de consumo), sigue avanzando en nuestro país. Esto es en gran medida consecuencia de la nula previsión, por parte de las administraciones competentes, en el control del consumo de agua. De nuevo nos ha vuelto a pillar “por sorpresa”. ¡Pues no! ¡Esta vez no! Han sido muchas las voces que venimos avisando, ya desde el pasado otoño –a través de ‘Tu Revista’, repetimos, nos alertaron del problema en la edición número 118 de nuestra publicación- del problema que podríamos tener en 2022 con la sequía. Pero nada se ha venido haciendo para remediarlo.”
Dijo con semblante afligido mientras subrayaba:
“No nos cansamos de decirlo: “las sequías se combaten cuando tenemos agua, no ahora que estamos sin ella”.
¿A qué nos enfrentamos, Julio?
“De momento estamos con las reservas de agua embalsada para abastecimiento por debajo del 38%, los peores datos en dos décadas. Y esto, sin tener en cuenta que por debajo del 5-10% el agua almacenada en un embalse no es utilizable o extraíble”.
Tras mencionar esos datos más que preocupantes, nuestro amable entrevistado agregó:
“Las otras grandes reservas de agua de donde nos abastecemos son las aguas subterráneas. Estas tampoco se libran de una pésima gestión, debido a la sobre explotación y contaminación. Cabe recordar que solo se han cerrado unas pocas decenas de pozos ilegales…”
¿Cuántos pozos ilegales existen en nuestra geografía?
“Más de un millón que se reparten por toda la geografía española. Estos pozos ilegales roban sin control el equivalente al consumo de una población de 118 millones de personas todos los años. Otro descontrol que nos costará muy caro…
Después de compartir con ALGENTE algunas de las escalofriantes imágenes que ilustran estas páginas y que lamentablemente explican en sí mismas el tema que abordamos, señaló:
“Evidentemente nos enfrentamos a severos problemas de suministro de agua, ya que se trata de un riesgo extremo para los ecosistemas y la biodiversidad acuática. Además de un parón en la actividad económica pues el agua es imprescindible para cualquier actividad”.
¿Podría decirnos dónde está afectando más?
“De momento en Catalunya ya son 135 municipios los que cuentan con restricciones en el uso del agua. Otros lugares poco acostumbrados a la sequía como en Galicia los municipios de Poio, Sanxenxo, Marín, Bueu y Pontecaldelas en Pontevedra sufren restricciones en el uso del agua, y que podrían llegar a cortes nocturnos en el suministro de agua de boca de agravarse la situación.”
La preocupación es aún mayor ya que, como iba a decirnos “la lista de poblaciones sigue aumentando día a día. Tampoco se libran pueblos en Andalucía, especialmente en la sierra de Huelva, Extremadura, Castilla y León, Navarra y Euskadi.”
¿Y qué hacer señor Barea para combatir tamaña sequía?
“Para proteger y garantizar el acceso equitativo y de calidad al agua a todas las personas y ecosistemas, Greenpeace lleva años reclamando un cambio en la política hídrica en nuestro país.”
¿Entonces cuáles son, en ese sentido, las demandas de Greenpeace?
“Superar la política hidráulica tradicional, centrada en la ejecución de grandes obras, y abordar una verdadera transición hidrológica que responda al actual contexto de cambio climático.
Luchar contra el grave estado de sobre explotación y contaminación que sufren nuestras aguas y prestar especial atención a las aguas subterráneas, al ser reservas estratégicas y aún muy desconocidas.
Reducir nuestra vulnerabilidad al riesgo de sequía, aminorando la cantidad total de agua consumida, fundamentalmente por el regadío, al ser éste el mayor consumidor (80% del total).
Incluir a la ciudadanía en la gestión del recurso agua y de los riesgos hídricos, a través de procesos participativos reales y asambleas ciudadanas.
Implantar regímenes de caudales ecológicos científicamente establecidos.
Cerrar el más de un millón de pozos ilegales repartidos por toda la geografía española.
Orientar las políticas agrícolas y ganaderas hacia la sostenibilidad y la reducción del consumo de agua, a través de una transición hidrológica justa.
Establecer una hoja de ruta para potenciar la agricultura ecológica y reducir la cabaña ganadera en intensivo en un 50% para 2030.
Adaptar las políticas forestales a las necesidades del país más árido de Europa.
Aumentar el presupuesto destinado a la gestión forestal —que debe centrarse en la planificación y protección de los recursos hídricos— para avanzar en la adaptación de los bosques mediterráneos al cambio climático y, por tanto, en la protección de suelo y agua (gestión ecohidrológica)”.
Como vemos, después de conocer las medidas urgentes que habría que poner en marcha tal como nos detalló, punto por punto Julio Barea, Responsable de Aguas de Greenpeace, la sequía pasa una factura mucho más abultada que la que anunciaban hace años.
Desde esta Revista agradecemos la inmensa labor de Greenpeace y esperamos que sus demandas, en bien de todos, puedan brindar una esperanzadora solución a un problema tan preocupante.
©Julio Barea / Bayres /ALGENTE
Imágenes exclusivas © Greenpeace