En sus lienzos, en sus dibujos, en sus esculturas y en su sinceridad… …INCONFUNDIBLE BOTERO
El público, al disfrutar de las originalidades de Botero…de su colorida e incesante creatividad, comenta algo que no suele darse pictóricamente hablando como es, por ejemplo, el decir que, “cuando nos situamos frente a una obra no siempre nos es posible identificar la autoría de la misma.”
Y eso es lo que ocurre con este insuperable artista que, con sus colecciones, causa admiración como dueño de “uno de los estilos más reconocibles de la pintura figurativa contemporánea, un creador marcado por un lenguaje inconfundible que se ha denominado como Boterismo y que ya forma parte del imaginario colectivo”.
Y esto es algo que quienes saben de este magistral arte, dicen que, efectivamente “desde los años cincuenta, el artista colombiano experimenta con la proporción y el tamaño, saltando de un tema a otro sin perder el objetivo de exaltar el color y la corpulencia.”
¿De dónde viene este interés o mejor dicho obsesión por el volumen?
“Es algo que viene marcado por el hecho de que para el artista colombiano, en la historia del arte, el volumen, es lo que comunica la sensualidad y la belleza.”
Al hablar con quienes tienen el privilegio de contar con artistas de la dimensión de Botero en la citada Galería, a la hora de describir su obra no dudan en subrayar que “en su característico estilo se aúnan la influencia del arte popular latinoamericano, con el uso de colores planos y brillantes, en una representación de orondas y luminosas figuras.”
Y agregan:
“A través de este realismo mágico que impregna sus obras, Botero muestra la esencia de aquello que representa. El artista emplea en su pintura un método sistemático a través del que trata de eliminar las texturas y cualquier apariencia de pincelada para dar homogeneidad al color y a través de este, luz a sus pinturas.”
Al referirse a esta última exposición, nuestros amables anfitriones nos comentan que “en la muestra presentamos8 obras que versan sobretemas que han recorrido eluniverso creativo de Botero: mujeres desnudas, toreros, bodegones, amantes…todos pasados por el tamiz de las curvas del artista quién los reinterpreta desde la ópticade quien los ha explorado durante décadas.”
Al realizar un rápido recorrido por la trayectoria pictórica de este inigualable Fernando Botero nacido en Medellín (Colombia) en 1932, digamos que a la edad de 13 años fue inscripto en una escuela detauromaquia y “ya entonces mostraba más interés por dibujar a los matadores que por ser uno de ellos.”
En 1951 recibió un premio del Salón de Artistas Colombianos en Bogotá que le permitió viajar a España y así nos recuerdan que “en Madrid comenzó en la Academia de Bellas Artes San Fernando donde estudió a Goya y Velázquez”.
Hoy día, es un consagrado, mundialmente, pero habría que preguntarle que siente al recordar la que, en el 51, fue su primera exposición individual.
Su obra ha recorrido galerías y museos de todo el mundo. En los últimos años ha expuesto en diversos países como Argentina, Bélgica, Canadá, China, Colombia, Francia, Alemania, Hungría, Israel, Italia, Japón, México, Portugal, España, Suecia, Suiza, Turquía, Venezuela o los Estados Unidos.
“Efectivamente: la obra de Botero está presente en numerosos museos como por ejemplo: Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, Madrid; The Metropolitan Museum of Art, Nueva York; The Museum of Modern Art, Nueva York; Hirshhorn Museum and Sculpture Garden, Washington, D.C.; Museo de Arte Contemporáneo de Caracas, Venezuela; Museo de Arte Moderno, Bogotá, Colombia; Museo Nacional de Bellas Artes, Santiago, Chile; Neue Pinakothek, Munich, Alemania; Pushkin Museum, Moscú, Rusia; The Israel Museum, Jerusalén; The Solomon R. Guggenheim Museum, Nueva York o el Hermitage Museum, San Petersburgo, Rusia.”
Y en Barcelona, tras su paso por Madrid –como decimos- Fernando Botero ha vuelto a causar admiración.
Él, genio y figura, agradecido, ha repetido que “el destino del arte, sobre el dolor o sobre la belleza, es procurar el placer estético”.
Sobre sus inicios, no duda en confesar que no sabe por qué comenzó a dibujar naturalezas muertas, toros, paisajes, pero lo cierto es que, antes de los 20 “ya expuse por primera vez…” y con el paso de los años, su enorme satisfacción, es haber llegado a ser un artista tan cotizado a nivel mundial ya que, como comenta orgulloso “la gente que ve un Botero le queda grabado y no lo olvida…Para mí –dice-la pintura es un equilibrio entre fuerzas decorativas y expresivas. Si se va mucho a la abstracción, se vuelve decorativa y pierde el elemento poético.”
Hablamos, sin duda, de un creativo por excelencia que, ante todo, se considera “un trabajador total ya que incluso –como confiesa- trabajo sábados y domingos, porque no he encontrado nada que me apasione más que pintar”.
Al ser preguntado en una ocasión sobre si al ver sus cuadros junto a los de Picasso, toma verdadera conciencia del legado pictórico que dejará con toda su obra,
Fernando Botero, directo y sincero, no dudó en contestar:
“No puedo saber qué va a pasar con la obra de uno, pero no me siento aplastado por la obra de Picasso. Es, por supuesto, el gran maestro, pero mi estilo es claro y el resultado de mucho trabajo: 65 años de pintar todos los días.”
Inconfundible Botero: en sus lienzos, en sus dibujos, en sus esculturas y en su sinceridad…
©Bayres/ALGENTE
Fotos © Galería Marlborough y twitter