EL REMATE El fútbol desde otro ángulo.
ESTE MES: FRANCK RIBÉRY, TONI KROOS, FERNANDO HIERRO.
“EL ÁLBUM DE” FRANCK RIBÉRY
El tiempo pasa pero al parecer, no para Franck Ribéry que el último 7 de abril cumplió ya 35 “dianas”…
Porque él, como hemos visto, sigue en activo y con muchísimas ganas, aunque en la última semi final de la Champions, puso “todo de sí” frente al Real Madrid sin que consiguiera cambiar la suerte de su equipo.
Un Ribéry luchador donde los haya, que, desde que comenzó con la práctica del fútbol en su ciudad natal: Boulogne-sur-Mer, Francia, hasta hoy, se ha hecho famoso por no bajar jamás la guardia cada vez que comienza un partido.
No hay más que observar su espíritu de entrega en cada partido y lo mal que lo pasa cuando no consigue los objetivos propuestos.
Ahí quedan las imágenes de impotencia en el último confrontamiento que le tocó vivir con los blancos, club que, oportunamente, estuvo muy cerca de ficharlo ya que –al igual que el Chelsea- se ofrecieron por el galo hasta ochenta millones “pero luego, a pesar de estar todo preparado, no se concretó”, tal y como se llegó a declarar.
Su mayor pasión es este deporte.
“El fútbol es mi vida”, dice, aunque eso es algo que no necesita explicación, ya que lo viene demostrando desde que debutó como profesional en agosto de 2001.
Primero jugó con el Unión Sportive de Boulogne, habiendo lucido, posteriormente, la camiseta del Olympique Alès, primero y las del Stade Brestois y el Football Club de Metz, después.
En enero 2005 fue traspasado al Galatasaray de Turquía, aunque en junio de ese mismo año, pasó al Olympique de Marsella.
Dos años después, ficharía por el FC Bayern Múnich.
Hace cinco, recibió el Premio UEFA como el Mejor Jugador en Europa 2013.
Sobre su selección, la francesa, recordemos que su primera convocatoria internacional fue para el mundial de Alemania 2006, donde la selección gala quedó subcampeona.
Un entregado jugador que, aunque pasen los años, sigue ahí, con una fuerza digna de elogio que, cuando llegue “ese día”, sin duda se echará mucho de menos: por la fuerza que le imprime a su manera de jugar, por su temperamento y por esa entre
ga tan característica de Franck Ribéry.
EL REMATE DE ALGENTE
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EL DÍA QUE NACÍ
TONI KROOS, EL “FRANCOTIRADOR”
Desde que comenzó a darse a conocer como un óptimo jugador también para los tiros a balón parado, se ganó -con justicia- el apodo de “francotirador”, algo que desde su debut deportivo en el Bayern, un 26 de septiembre de 2007, fue consolidando cada vez más.
En ese club se hizo de un nombre ganándose el afecto de su afición por ello sólo él sabe los sentimientos q
ue, como jugador del Real Madrid (club en el que, este verano cumplirá cuatro años desde su fichaje por veinticinco millones de euros), pasaron por su cuerpo en el enfrentamiento que tuvo con sus compatriotas para llegar a la final de la Champions.
Toni estuvo durante algún tiempo en calidad de cedido en el Bayer Leverkusen pero es el Bayern Munich el que habrá acelerado su pulso en la reciente confrontación donde tuvo como mister rival, precisamente, a Heynckes, el entrenador que es el que más recuerda en su trayectoria.
Desde 2010 sabe lo que es pertenecer a su Selección y más, cuando llegó a participar de aquella semifinal de la copa del mundo de hace ocho años, aunque indudablemente, su mayor logro internacional lo obtuvo en el Mundial de Brasil 2014, al alzar el título de Campeón tras vencer en la final a la Selección Argentina por 1-0. Allí –hagamos memoria- colaboró con dos goles, ambos en la semifinal, y cuatro asistencias en el torneo, ayudando a que su Selección se convirtiera así en la primera europea en ser campeona en suelo americano.
Un jugador que ha obtenido y acariciado también multitud de premios que nació un 4 de enero, fecha en la que, desde que el mundo es mundo, obviamente, ocurrieron cantidad de episodios, algunos de los cuales, como en cada edición de esta seguida sección, tenemos el gusto de recordar…
EL REMATE DE ALGENTE
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FERNANDO HIERRO, TODO CORAZÓN…
El balón va y viene, pero nadie –al escribir sobre lo que va aconteciendo en los campos de fútbol- tiene la bola de cristal para hacer futurismo y menos, hablando de fútbol.
Aunque es innegable que, hasta la carambola que nos benefició con el empate ante Marruecos y el penalty que el portero iraní no dejó que llegara a la red, las palabras de nuestro respetado y discreto Fernando Hierro, como seleccionador Nacional, no pudieron ser más certeras:
“Este no es el camino, no podemos conceder tantas ocasiones”.
“Creo, sinceramente, que lo bueno y lo malo del partido lo hemos hecho nosotros…”
“Si queremos llegar donde todos soñamos con llegar…”
¡..Había que mejorar!
No cualquier seleccionador es capaz de sentarse en una conferencia de prensa y “mirando a los ojos”, verbalizar una auto critica como la que él se atrevió a plantear.
Después, pasaron los días y todos ya hemos visto lo ocurrido, pero lo que hay que recordar, son sus sinceras palabras.
Recordarlas en su total dimensión pues, sea para subir o sea para intentarlo, el reconocer errores, es algo fundamental y mucho más, cuando un mundial no es algo que suceda todos los días.
En nuestra anterior edición, al ocuparnos de Lopetegui, titulábamos que con Julen “estamos en buenas manos”.
Después, pasó lo que pasó, por ello, estar en la piel de Fernando Hierro, no habrá sido nada fácil.
Con éxitos o fracasos, cuando aquella difícil realidad comenzó a “rondar” las inmediaciones de La Roja, Hierro –al principio- habrá sido observado como “el sustituto” … Nada más y nada menos que en la mismísima súper víspera del debut en Rusia.
En realidad, Fernando Hierro, más allá de resultados, fue quien supo “comerse” tamaño marrón y después, a pie de campo (tras no dejarse amedrentar por nada) y en el vestuario, fue capaz de mostrarse con una entereza y con una capacidad sobre protectora que, por ser dueño también de una agradecida humildad, él solo se merecería la Copa.
Hombre familiar y sobrio donde los haya, seguramente estará deseando “volver a casa” y disfrutar de los pequeños placeres de la vida y, cómo no, de unos pescaítos fritos, una paella o un insuperable arroz marinero que, en familia –aún más- tanto le apasionan.
Bravo Fernando por lo que has sabido afrontar.
EL REMATE DE ALGENTE