“El libro rojo” de las conquistas de Julio Iglesias.
En las exitosas Memorias que Adriana Ainzúa relató sobre la vida sentimental del cantante, nos habló del “Libro rojo” donde Julio apuntaba, al mínimo detalle, absolutamente todas sus relaciones…
La relación Makoke-Julio Iglesias no figura en una de las Memorias más difundidas que fueron publicadas sobre la del cantante incluyendo su vida amorosa.
Quienes hoy dirigen ALGENTE, fueron quienes publicaron en “Lecturas”, tan exitosas Memorias transcribiendo el relato de Adriana Ainzúa, brazo derecho –después de Alfredo Fraile, mánager del cantante- y secretaria privadísima de Julio Iglesias.
En el capítulo III, titulado: “Julio Iglesias en la intimidad…A las mujeres las trata divinamente ¡Las hace sentirse como reinas”! se hablaba de algo que –si se nos permite- vendría a ser como una escritura notarial acerca de todas las mujeres que fueron sus conquistas.
Adriana, para promocionar televisivamente sus confidencias, protagonizó un spot televisivo en el que decía: “Adriana lo canta todo”…Ya que la que más supo sobre las “andanzas” de su jefe, la única que transitaba por las diferentes alcobas de Julio, siendo “mudo testigo” de absolutamente todas sus correrías amorosas.
Ella confesó a los autores de tan íntimos relatos que “existía en la habitación de Julio un libro fundamental: ¡¡el libro rojo!! En el que él apuntaba, renglón por renglón, todas las mujeres que pasaban por su vida, con sus direcciones, teléfonos y, entre paréntesis, algunos detallitos para recordarlas ya que eran tantas…”
Adriana proporcionó nombres entre los que no figuraba el de Makoke.
En ese libro de tapas duras de color rojo, obviamente, además de Vaitiare y otras bellezas que fueron acompañantes de Julio y que sí –como era natural- ocuparon páginas y páginas de diferentes publicaciones, figuraba (ni qué decirlo) “La Flaca”, “que vivía pendiente de él, dándole cremas y masajes en el cuerpo mientras Julio tomaba sol a pelo ¡Ella fue la que más! (…) –como explicó Adriana- A Julio le fascinaba llegar de sus giras y disfrutar de la tortilla de su madre Charo, de un buen vino y de unos buenos mariscos porque decía que, junto con el sol, son sus mejores estimulantes en el amor”.
Tampoco constaba en ese libro rojo -¡¡quién lo pillara!!- que Julio haya compartido sol y mariscos con Makoke.
En ninguno de los encuentros que los autores de esas Memorias mantuvieron con Adriana (en Chile, primero: donde nació y en Madrid, después) en compañía de dos excelentes profesionales (Titi Álvarez y Martín Gamo) que, junto a Liliana Cozzi y Julio Bonamino hicieron posible esta exclusiva, se habló de Makoke ya que, lo más probable, es que ella formara parte de las modelos que solían contratar para que Julio estuviera rodeado de bellezas como era su costumbre y que, en alguna ocasión, le tocara estar cerca de él “aunque él no solía prestarse a ser fotografiado –a excepción de lo que era vox pópuli-al lado de cualquier conquista, por más pasajera que fuese…”
Deseamos que aparezcan “pruebas contundentes” sobre tan aireada relación y, en tal caso, decirle al “desmemoriado” Julio Iglesias, que tenga a bien incluir en su libro rojo (auténtica reliquia sentimental) el nombre de Makoke.
…De momento, las confesiones de Adriana (que no puede opinar “en directo” ya que lamentablemente nos ha dejado), y ese irrebatible “libro rojo”, no sólo van a misa de la Iglesia más cercana, sino que llegan (con permiso divino)… ¡hasta el Vaticano!!
©Bayres/ALGENTE