EDITORIAL_155

“Si lo que vas a decir, no es más bello que el silencio, no lo digas”.

                                                                  (PROVERBIO ÁRABE)

El proverbio Árabe que acabas de leer, dados los tiempos que corren, donde la palabra –en infinidad de ocasiones- se convierte en algo hueco por la falta de hechos…Es sabio.

Ya lo decíamos en nuestra anterior edición: las palabras, sin hechos, no valen nada y eso –con todas las excepciones que nos salvan del naufragio-, es algo que, lamentablemente, está a la orden del día…

Mejor callarse, no romper la belleza del silencio, si lo único que se pretende con un discurso es satisfacer cualquier interés personal.

La falta de rigor en tantísimos ejemplos, la falsedad, el hablar por hablar, es algo que transita por nuestra sociedad con una facilidad increíble.

Mientras tanto, quienes son señalados con la etiqueta de “ganado”, no siempre están dispuestos a “pastar” en terrenos contaminados por otro tipo de virus contra el que hay que luchar aunque no existan vacunas.

Por suerte, aún, nuestra sociedad, nos ofrece –también- la presencia de gente maravillosa que ilumina la rutina y que no baja la guardia ante un circo que, antes, se localizaba dentro de una carpa donde actuaban payasos, domadores y sus leones…

Ahora, ‘el circo’, está en cada esquina y los payasos y los leones campan a sus anchas por las calles.

Mientras tanto, en nuestras páginas, nos aferramos a esos otros seres humanos llenos de vida, de ilusión y de credibilidad que, en pleno desastre, ayudan y apoyan el periodismo que intentamos llevar a cabo llegando a tantísimos lectores que saben muy bien que, si lo que van a decir, no es más bello que el silencio, mejor no decirlo…