EDITORIAL_153

“Una mentira es como una bola de nieve: cuanto más rueda más grande se vuelve”:

                                                                                                      (MARTÍN LUTERO)

Aquí estamos, como todos, cargados de interrogantes acerca de tantos marrones que sobrevuelan  la sociedad actual.

Mientras tanto, aún vemos derretirse el hielo en algunos rincones, como recuerdo de la gran nevada mientras la sociedad sigue acechada por el bendito virus, pero también por otros virus sobre los que no existen vacunas y que, en los tiempos que vivimos, forman parte de tantas ansiedades, angustias y mentiras que doblegan la voluntad de cualquiera.

“Una mentiracomo reflexionó Martín Luteroes como una bola de nieve: cuanto más rueda másgrande se vuelve” pero atención que, como irónicamente dijo Manuel Vicent, también “el que busca la verdad, corre el riesgo de encontrarla”.

Y así vamos, entre ‘bolas gigantescas de nieve’ y encontrando algunas verdades sin dejar de mirar hacia otro lado.

Quizás, lo más aconsejable, sea vivir el ‘día a día’ sin plantearse ni verdades ni mentiras y tratar de ser felices, como –ya que hablamos de nieve- lo son los habitantes de Sapporo, una gran ciudad de Japón, que vive con pasión la nieve y con sus 595 cm. de media anual en sus nevadas, siendo –como un año más, le toca este mes- cada febrero: la sede del Festival de la Nieve más famosa del mundo.  

O tomar ejemplo –por citar otro caso- de los 900 habitantes del pueblo italiano de Capracotta, que el próximo mes celebrarán el sexto aniversario de la cifra más alta de nieve caída en un solo día, acumulándose en sus calles más de 2,5 m de nieve en apenas 18 horas.

Este mismo mes, aún con nieve interna en el cuerpo, ALGENTE celebra haber llegado a sus 13 años de vida, algo poco menos que una utopía periodística, habiendo nacido en plena crisis y soportando carros, carretas, pandemias y todo tipo de nevadas.

Pero aquí estamos, gracias a la presencia en nuestras 153 ediciones, de tantas pequeñas, medianas y grandes empresas; sin apoyos oficiales y sin palmaditas en la espalda que nos pudieran obligar a cambiar nuestro enfoque editorial que no obedece a ningún color sino a todos y… para todos.

Gracias, como decimos, a quienes nos apoyan publicitaria y periodísticamente.

Hoy, tras este público agradecimiento y pensando en todos los que formamos la sociedad actual, la nevada del siglo hace que nos aferremos al refranero español, deseando que se cumpla lo de…“Año de nieves…Año de bienes.”