DE TODO CORAZÓN:

Hay palabras que enamoran pero solo funcionan si las dices con amor.
Dos personas que vivan lo mismo probablemente lo estén viviendo de una forma diferente, y por eso hay citas en las que parecen que estando los dos juntos, cada uno de ellos está en una cita diferente.
El amor no tiene etiquetas porque nunca sabes lo que vas a sentir. Nunca. Así que date rienda suelta y no te etiquetes…jamás.
En una primera cita hay que tener los nervios justos, porque no es conveniente estar muy nervioso ni tampoco excesivamente relajado, hay que estar ‘¡lo justo!’
Para el amor lo más importante es el presente. Por eso cuando estés en una cita olvídate del pasado y del futuro y céntrate en el presente. ¡No lo olvides!
El amor es impredecible. Nunca se sabe por dónde puede venir, por eso es conveniente que tú estés siempre preparado para que así, cuando llegue, no te pille de improviso.
Las flechas del amor pueden ir en todas las direcciones. Pero cuando dos personas se unen gracias a una de esas flechas, la relación será fulminante.
En el amor no se puede ser desconfiado pero tampoco se puede ser confiado, porque te pueden robar el corazón y no darte ni cuenta.
Las miradas llenan los corazones y algunos han encontrado en ellos miradas de amor.
El amor nace de la necesidad de encontrar a una persona con la que recorrer el camino de la vida. Y si encuentras a esa persona, por favor, no cambies de camino.
La música es buena para casi todo. Pero en una cita romántica, la buena música siempre es esa que anima el amor.
La vida son momentos y una primera cita es un momento que puede llevar al amor.
El idioma del amor es lo mejor para iniciar una relación.
En el amor nunca es ‘demasiado’… Por eso en una cita nunca digas nunca jamás, ojo ¡si quieres enamorarte!