CR7 EN BOCA DE TODOS…

Qué fácil sería para la justicia si, como si se tratara de un sencillo y multicolor caleidoscopio, la verdad o la mentira, lo real o lo ficticio, surgiera como por “arte de magia”, pudiendo observar esa delgada línea que separa lo que merece ser condenado -sin subjetividades-, o lo que no…

Desgraciadamente, este “invento” no cuenta a la hora de tomar posiciones legales.

Por eso, tantos casos a lo largo de la historia de la humanidad, han caído del lado de la culpabilidad cuando tendría que haber sido al revés y viceversa.

Nadie tiene una “bola de cristal” a la hora de dirimir unos hechos de otros… ¡Claro que no!

Por ejemplo, el caso de Cristiano Ronaldo tras haber logrado un nuevo horizonte en Turín y de conseguir solventar el marrón con Hacienda, supera cualquier repercusión mediática mundial.

Se publica una noticia y se pone en movimiento otro tipo de caleidoscopio: el que nos lleva a emitir juicios, a empapelar a cualquiera aunque todavía no existan pruebas fiables y contrastadas de ningún presunto delito.

La maquinaria del anti marketing es imparable cuando la justicia aún no se ha desperezado del aluvión social que significa semejante titular de primera página mundial que sigue creciendo como reguera de pólvora. ¿Culpable? ¿Inocente?

…Queda camino por recorrer al que se suman nuevas sombras, producto –precisamente- de esa carcoma social que puede con casi todo.

Lo cierto es que, sin poder escoger ni la megafonía de una ni de otra ribera de un río desbordado, hay que preguntarse qué pasaría con un protagonista de semejante trascendencia si se demuestra que tales o cuales presuntas pruebas no son veraces…

¿Se le devolvería a quien se prejuzgó todo el crédito mediático que hoy se ha hecho añicos en ese río turbulento?

Pero olvidemos el caso Ronaldo y pensemos que “esto” te ocurre a ti ó a ti… ¡Y eres inocente!

Tu novia, tus amigos, la empresa que te ha “cortado los víveres”, los crueles vecinos de enfrente, volverían a mirarte como antes…

Sin que nos adelantemos a lo que decida la justicia, simplemente como ejemplo posible ya que aún -al menos en un juzgado-  no ha habido juicio, recordemos la frase “Calumnia que algo queda”

que viene  de un antiguo dicho popular, en latín: “Calumniare fortiter aliquid adhaerebit” que recogió el filósofo y escritor inglés Francis Bacon en su obra “De la dignidad y el crecimiento de la ciencia”, en la que aparece la misma frase con alguna variante: “Calumniad con audacia; siempre quedará algo”.

Sin duda una forma de hundir a cualquiera con un “bla-bla” oscuro sobre el que deberá pronunciarse la justicia. También Pierre-Austin de Beaumarchais, en 1775 (fijaros si la frase no viene arrastrando historia) la escribió en “El barbero de Sevilla”: “Calumnia que siempre queda alguna cosa”.

Como para parar un tren…A un Ronaldo y a quien quiera  navegar en  la turbulencia de ese río desbordado que hará muy difícil  demostrar la inocencia y recuperar la fama.

Sea como fuere y centrándonos objetivamente en el caso de CR7, olvidándonos de todo lo demás, habrá que dejar trabajar a los prestigiosos abogados de ambas partes y ver si la justicia saca tarjeta y, si lo hace: de qué color.

…Pero ojo, recordemos (por si acaso) la dichosa frase que ha hecho sucumbir a más de uno desde que el mundo es mundo.