Aunque pasen los años, sigue causando sensación. Anthony Blake

Después de fotografiar a Anthony en compañía de su mujer María y al lado de uno de sus 3 hijos, José Luis, que orgulloso posó junto a sus padres, nuestro protagonista nos dijo:

¿Eres capaz de disfrutar de un espectáculo de mentalismo o magia o tratas todo el tiempo de saber dónde está el truco?

Esa misma pregunta te la hacemos a ti…-le contestamos-, a lo que no dudó en responder:

Yo voy a ver cualquier tipo de espectáculo y disfruto como un niño, siempre y cuando el personaje que lo esté haciendo tenga el ritmo y la calidad necesarios. No me paro ni a fijarme en lo que hace, simplemente disfruto. Soy tan niño como el primer día. Ahora, si voy a ver a un maravilloso mago y en un momento determinado empieza a liarla, me recuerda lo que sé. Cuando me siento no sé nada y no quiero saber nada, pero en el momento que me sacas de situación, entonces se me activa la lupa.

¿Qué hay que hacer para evitar eso?

Prepararte muy bien antes de cada espectáculo. Yo cometí errores hace 35 años, me dijeron las cosas muy claras, me sacaron los colores y no quise que se repitiera.

¿Y lo consigues?

Cada número mío tiene al menos 100 horas de trabajo previo para poder evitar contratiempos. Desde que lo saco del libro correspondiente, lo analizo, lo pulo…

¿Con qué libros llenos de sabiduría mágica trabajas?

Yo ahora mismo estoy trabajando en libros de los años 10, 20 y 30  en los que encuentro filones maravillosos, pero claro, hay que actualizarlos y adaptarlos a nuestros tiempos. A partir de ahí empieza un proceso de ensayo encerrado en mi despacho y después ensayo con la familia -a quienes además nunca les he desvelado nada- pero son los más críticos, por eso me ayudan, porque me obligan a pulir guiones y a mejorar los detalles.

¿Y de ahí a recorrer escenarios?

No, primero, siempre suelo presentarme  en “La Grada Mágica” -en la zona del Puente de Vallecas-, que es donde estreno  mis números en esta sala con solo 39 butacas y muy de cerca. Eso ocurre antes de ir a un gran escenario, porque si de cerca funciona, cuando salgo al escenario, los posibles defectos mínimos que pueda haber, pasan totalmente desapercibidos y te sientes Dios… Por mucho que te hayan dicho que eres muy bueno, cada vez que te subes a un escenario, es un nuevo reto, no te puedes relajar, y esa dificultad me encanta. Después sí, a presentarme ante distintos públicos, como hoy, aquí.

Antes de despedirnos, este gran artista  comentó su nuevo éxito con Nacho, director- gerente de «Bolerío» de San Sebastián de los Reyes, donde las noches, con espectáculo, quedan en el recuerdo.

                                                                                                                 ©Bayres/ALGENTE