Alegrías y tristezas de una superviviente de la vida misma… ISABEL

Perlas

“Me operé los pechos porque los tenía muy grandes.”

“Me los hice más chicos porque quería tenerlos como antes, pero sin prótesis…”

“Tengo muy buen despertar, pero si hay que dejar que el carácter salga a la superficie: ¿qué le vamos a hacer?”

“Antes yo salía con un chico, pero cuando vi a Paco aquel día en Jerez…”.

“Lo mío con Paco fue un cuento de hadas, irrepetible y en letras mayúsculas, por eso decidí que nunca me volvería a casar”.

“¿¡Vivir con alguien después de lo feliz que yo fui con Paco!?”

“Me he acostumbrado a vivir sola, aunque duele y por eso lloro mucho”.

“No soporto que acosen a mi hijo”.

Isabel Pantoja ha sido, es y con toda seguridad, seguirá siendo noticia…Siempre.

Cada vez que se presente, sea donde sea, con o sin bata de cola, allí surgirán “titulares” para todos los gustos…

Es una mujer que dice lo que piensa, no se corta, es efusiva y directa, por ello, su participación en “Supervivientes,” puede que pase a los anales televisivos.

Sobre lo que comentan que ganará, sólo decir que probablemente será  proporcional al trigo que puedan moler los molinos del canal y la productora que consiguieron su firma contractual.

Es indiscutible que Isabel, la arma o casi, con su presencia, vaya donde vaya…

Y eso ocurre por su vehemencia, al expresar sus verdades, por su naturalidad en cada uno de los países en los que ha dado conciertos y con las cientos de entrevistas que concedió.

Por ejemplo, en Argentina, aún recordamos –algo que dijo y que le vendrá muy bien para lucir tipo en Honduras- lo que confesó a la millonaria teleaudiencia de  “Almorzando con Mirtha Legrand”, programa líder de la televisión de ese país, donde fuimos los únicos periodistas autorizados para compartir aquel plató del canal 9 donde la viuda de Paquirri sacó chispas al brindarnos una serie de confesiones que hoy trascribimos de manera literal.

Así, entre muchas otras intimidades –algo a lo que no estamos acostumbrados en España, de ahí el valor al recordarlas-, dijo mientras la fotografiábamos:

“Me da mucha vergüenza decirlo, pero me operé los pechos porque tenía mucho después de haber dado tanto de mamar a mi hijo”.

Y mencionando los pechos como suelen llamarlos en Buenos Aires, agregó provocando una sonora carcajada de los presentes:

“¡Las lolas eran muy grandes! por eso decidí reducirlas…Me las hice más chicas porque quería ser como antes, pero sin prótesis…”.

La entrevista dio mucho de sí, a nivel personal. Recordamos lo que fuimos apuntando de su boca mientras, como vemos, nos regalaba su simpatía al fotografiarla:

“Puedo decir que tengo un buen despertar pero, como no tengo doble personalidad, si hay que dejar que el carácter salga a la superficie, pues ¿qué le vamos a hacer?”

Veremos qué nos depara su carácter a la hora de despertar en “la” superficie hondureña, con hambre y picada por algún que otro atrevido mosquito.

Más intimidades nos siguió “regalando” Isabel en aquella memorable entrevista:

“Antes de conocer a Paco yo salía con un chico, pero en Jerez, un día, conocí al que iba a ser el hombre de mi vida y aquel chico lo comprendió diciéndome que, ante todo, lo que quería era que yo fuera feliz (…) Lo mío con Paco fue un cuento de hadas irrepetible y en letras mayúsculas… ¿Cómo rehacer mi vida entonces? ¡No volveré a casarme nunca! Vivir con alguien después de lo feliz que yo fui con Paco…”

¿Pero por qué te muestras tan hermética al amor?

“Me he acostumbrado a vivir sola, aunque a veces, me duele mucho y lloro bastante.”

¿Hay algo que no soportes?

“Que acosen a mi hijo.”

…Hijo al que adora, como una vez más, lo demostró al sorprender a todo el mundo con su visita a la casa de “GHD”, la noche de la final y a todos los suyos, a Doña Ana, a Chabelita, a los varones mayores de la familia y especialmente a su alma protectora: Agustín, por quien, el día que él se presentaba en un concierto en Vejer de la Frontera, como decimos: la armó.

Allí estaban los firmantes de este informe cuando Isabel hizo suspender aquella gala (que era el debut de su querido hermano) porque, como dijo a viva voz y delante de la concurrencia, el sonido era “un auténtico desastre” para lograr una lucida actuación de quien hoy la protege en las luces y en las sombras.

Corría el primer aniversario de su amor con Paquirri, con quien se presentó en esta pintoresca población gaditana y allí, posó para nosotros brindando por su primer aniversario, como podemos verles en otras de las instantáneas que ilustran estas páginas.

Era un 30 de abril y la pareja celebraba su primer año de felicidad, sin saber que el fatídico y cruel destino convertiría aquella fecha en el primer…y último aniversario.

“Lo nuestronos decía Paquirri- no puede marchar mejor ya que estos primeros doce meses han sido maravillosos”.

Isabel, después, por su parte, nos hacía una confesión:

“Me estoy sometiendo a un tratamiento de adelgazamiento para recuperar la figura que tenía antes de quedarme embarazada”.

Sin duda alguna, la noticia de que Isabel participaría en “Supervivientes” ha dado poco menos que la vuelta al mundo, pero, más allá de lo que ahora recordaremos acerca de su compromiso con Mediaset  durante un largo período:

¿Sabemos realmente cómo es ella en las distancias cortas?

¿Cómo se comporta en esa celosa intimidad que muy pocos conocen?

Es verdad que ante los reporteros y en infinidad de ocasiones (“eeehhhh!!”) ha demostrado que es una mujer con carácter, pero…

En la isla con tormentas tropicales, escasez de alimentos, mosquitos y un etcétera imprevisible de circunstancias que –demostrado está- hacen que si hay caretas muchos se las quiten:

¿Cómo resolverá determinadas papeletas?

¿Se olvidará de las cámaras para dejar en libertad alguna pizca de ese perfil que sólo puede que funcione en su andar por casa?

No tenemos la bola de cristal, pero sí que, a través de la pequeña pantalla, se ha podido comprobar  desde el minuto uno que, a priori, este, está llamado a ser el reality con mayor audiencia…

Algunas de esas preguntas podemos contestarlas gracias a no pocas exclusivas que conseguimos en “otras islas” y que, a la hora de intuir comportamientos, claro que suman ya que, aunque Isabel no suele prodigarse (hasta que se largue a hablar –o no- en “Supervivientes”), su círculo de más íntimos (no circunstanciales de ahora, sino amigos de verdad), como Lina Montero, Antonio Otero y su esposa Pepita, nos hablaban (entonces) del gran espíritu hogareño de Isabel “a la que le encanta disfrutar de la casa, de sus amigos a los que siempre trata con un increíble sentido del humor mientras, por ejemplo, juega a las cartas, quedándose hasta la madrugada hablando de tantos temas y siendo así la mejor anfitriona que hemos conocido…”

Otra de sus “aficiones” es dormir, algo que no sabemos si podrá practicar con todo lo que implica aquel entorno plagado de silvestre naturaleza.

Ella, como se sabe, ha firmado un contrato de estrella, pero sin duda, el punto de partida más mediático, es su participación en la isla, algo que jamás habría imaginado en aquellos años en los que, la inmensa felicidad que vivía, meses después –el 26 de septiembre- con la muerte de Paquirri en Pozoblanco toreando a “Avispao”, iba a convertirse  en un calvario del que no le fue nada fácil salir.

El día del sepelio, allí estuvimos en el cementerio sevillano de San Fernando cuando, llevando una gran cruz de flores blancas, emocionó a todos al oírla decir:

“Te quiero mi vida, te quiero”.

Ahí quedan las instantáneas captadas por Liliana Cozzi para quienes no lo vivieron o no recuerdan aquel momento, se hagan una idea de lo que sufrió la que hoy  ha venido siendo el centro de todas las miradas:

¿Durará poco? ¿La expulsarán? ¿Abandonará? ¿Qué tal tipo nos mostrará? ¿Participará de todas las pruebas que requieren tanto arrojo? ¿Perderá muchos kilos?

En aquellos momentos de máxima tristeza, a su lado, arropándola siempre, su hermano Agustín (a quien, a día de hoy, sigue aferrada ya que es su mejor consejero) y junto a ella también, quien era mánager del torero y administrador de Isabel: Juan Carlos Beca Belmonte.

Emocionó a medio mundo y a toda España en particular con su desconsolado llanto con el que rompió  el silencio sepulcral del lugar, antes de caerse al suelo presa de un ataque incontrolable…

Estaba rota y así continuó estando durante un largo período, bautizada como ‘la viuda de España’.

Después, con la rapidez que pasaban los días “aunque para ella los días eran muy largos,insufribles y casi eternos –como nos decían sus allegados-, Paquirrín, el que hoy ha dejado huella por su triunfal paso por Gran Hermano Dúo, seguía creciendo al cuidado por Dolores del Pozo, quien velaba por él de día y de noche en el piso que la cantante tenía en la calle Ramón de Carranza de Sevilla.

En las fotos tomadas también por la que hoy es nuestra directora, Liliana, podemos ver a ese niño que como titulábamos entonces en un semanario de gran tirada nacional, crecía ajeno al dolor.

Mientras tanto, su madre, la misma que hoy ha sorprendido incluso a los más incrédulos por su presencia en Honduras, seguía sin salir de su encierro:

“No abre los ojos a la vida…”

“la pobre sigue sin abandonar su casi permanente estado de ansiedad”.

El doctor Vila, su modista Lina, su esposo Francisco y Antonio Otero –parte de su círculo-, nos aseguraban que la tonadillera seguía hablando de  Paquirri  “como si estuviera vivo”, mientras, preocupados, nos comentaban:

“No sabemos qué hacer ya que sigue tan enamorada de él como si no hubiese ocurrido la tragedia”.

Y para colmo, Isabel vivía las desavenencias que habían surgido con los familiares del torero.

Ya en los dos primeros funerales que se oficiaron por el diestro quedó en evidencia esa tirantez que existía entre las dos familias:

“A tal punto que Isabel rezó con su gente en la Iglesia de los Sagrados Corazones, mientras que la familia Rivera hizo lo propio en la Capilla de la Esperanza de Triana”.

Dos familias irremediablemente separadas…

Y todo a pesar de los acercamientos que Benito Pérez, abogado de la familia Rivera y el hermano mayor del infortunado Paquirri: Riverita –insistentemente- intentaron llevar a cabo.

Fue todo lo contrario ya que ese acercamiento jamás existió, algo que ha seguido inamovible hasta nuestros días.

Y mucho menos después de que el padre del diestro, Antonio Rivera, cargara su artillería durante quince semanas consecutivas y en densos capítulos que convirtieron aquellas Memorias (firmadas por quienes hoy dirigen ALGENTE) en una de las más leídas dentro de los semanarios de actualidad, contra la que fue su nuera, en páginas y páginas cuyos detalles hoy preferimos obviar por respeto al actual momento que vive Isabel y porque su entonces suegro, ya no se encuentra entre nosotros.

Un Antonio Rivera que hoy estaría felicísimo de ver lo que ha conseguido tras su paso por “GHD” su nieto (Paquirrín, como él le bautizó), a quien nunca pudo coger en brazos, circunstancia  que fue uno de los nudos centrales de aquellas durísimas Memorias en las que él reclamó (entre otras muchas cosas relacionadas con la herencia y un largo etcétera) no haber podido disfrutar del pequeño pues, como reiteraba una y otra vez “No he vuelto a ver a mi nieto desde que murió mi hijo…No ha venido ni una sola vez a verme y cuando era chiquitito jamás me lo trajeron”.

Es lo más ligth que, por lo que decíamos, nos permitimos recordar ya que (la hemeroteca de la Biblioteca Nacional no miente), repetimos: fueron las Memorias más directas y duras que circularon por el papel couché de este país.

Enfrentamientos del pasado que hoy no pueden ni deben empalidecer el “momentazo” que vive esta mujer, protagonista de tantas historias y que estos días es el principal “punto de mira” de estas islas en las que se viven tantas privaciones y donde la escasez de comida suele ser uno de los “platos –vacíos– estrella” del concurso…

A Isabel le encanta comer…

En algunos de esos premios que la organización suele conceder tras uno de los desafíos que imponen a los participantes:

¿Le permitirán a Isabel Pantoja disponer de media hora para darle de comer a sus hambrientos colegas uno de sus platos predilectos y que mejor prepara?

Sí, hablamos del famoso “Pollo a la Pantoja”, la receta preferida de Isabel.

¿Cómo hacerlo? Muy sencillo.

Así lo explicó, oportunamente:

POLLO A LA PANTOJA: “¡MARAVILLOS0!”

“Ponga agua a hervir en una olla grande, sin añadirle sal ni aceite.

Mientras hierve el agua, prepare un pollo entero y limpio e introduzca en su interior 2 limones partidos y dos naranjas partidas.

Ate el pollo con un cordel.

Cuando el agua empiece a hervir eche el pollo y añada al agua 4 pastillas de caldo de carne.

Dejar que hierva durante 15 minutos y en ese punto, añadir a la olla una zanahoria cortada a tiras. Dejar hervir 15 minutos más.

Transcurrido ese tiempo, sacar el pollo, colocarlo en una fuente y derramar el caldo sobrante de la cocción por encima.

“¡Ma-ra-vi-llo-so!”

 ¿Se imaginan ustedes a la cantante preparando su receta preferida en aquel entorno isleño con unos concursantes capaces de comerse hasta las hormigas?

¿Y a ella resistiendo todo lo que pueda después de haber vivido difíciles experiencias en prisión que seguramente no habrá imaginado nunca como un entrenamiento de resistencia para lo que le esperaba en estas paradisíacas islas hondureñas?…

No sabemos  si “aguantará” o la “aguantarán” mucho o poco, si llegará lejos, a la mitad o a la final; si llorará o plantará cara a más de uno y ¡una!, pero, con o sin pollo, con huracanes, barro, tifones, mosquitos, víboras, hormigas y alimañas de diferentes géneros, la Panto en Honduras, puede ser antología televisiva en estado puro…

                                           ©Julio Bonamino/Liliana Cozzi

                                                      Bayres/ALGENTE

                                   Fotos©Liliana Cozzi/Bayres/Mediaset españa/archivo