AÏDA GASCÓN Por la defensa de todos los animales

Aïda Gascón Bosch, directora de AnimaNaturalis Internacional nos recibe con una sonrisa que, cada vez que ha sido y es necesario, sabe –y con toda dedicación- cambiar por la seriedad que le produce (a través de esta organización que vela por la defensa de los animales) cualquier tipo de maltrato animal.

Una AnimaNaturalis que se encarga de divulgar toda la información necesaria para contribuir a la tan deseada convivencia del mundo animal dentro de una sociedad que no pocas veces, con deplorables actitudes, demuestra la falta de “cultura” en ese sentido.

Aïda -y el grupo de activistas que preside-, ha sido agredida por quienes no han visto en ella más que una “enemiga” a la hora de potenciar, por ejemplo, la afición taurina, precisamente porque ella se ha convertido –al igual que otras asociaciones que tanto bien hacen- en la “gran amiga” (al frente de esta organización) de los animales que, como ella misma nos dice, tienen “ derecho a la vida, a la libertad, a no ser torturados y a dejar de que los consideremos como un objeto en propiedad”.

Recordamos su imagen y la de sus compañeras, por ejemplo, en Mas de Barberans, en Aldover, en Alcanar, en Ulldecona, oponiéndose a diferentes manifestaciones en perjuicio de los toros, algo que no ha sido por casualidad ya que ella y un grupo de convincentes mujeres, siguen defendiendo a ultranza el derecho de esos animales indefensos.

Sus oportunas comillas sobre algunos de los incidentes que protagonizaron filmando las aberraciones cometidas, fueron elocuentes y alentadoras para su organización pues, como bien dijo “llevamos años realizando esta función fiscalizadora en los festejos con toros, y con el tiempo y la experiencia, hemos ido puliendo nuestros protocolos, conociendo mejor el terreno e invirtiendo en mejores equipos de grabación. Lo que sucedió en Mas de Barberans ni lo esperábamos ni lo teníamos planeado, pero fue un suceso que, oportunamente, generó un gran debate político, mediático y ciudadano, y eso es muy bueno ya que, desde entonces, hemos recibido muchísimos apoyos y eso nos anima a seguir con más intensidad que nunca esta campaña.”

¿En qué lugar sitúas a España dentro del maltrato animal: vamos a la cabeza u otras “culturas” nos superan..?

Es una buena pregunta, pero no es fácil responder de forma objetiva porque hay muchas variables. Así que voy a intentar responder usando una balanza, en la que por un lado tenemos importantes avances en las nuevas leyes de protección animal junto a nuevas conciencias y sensibilidades ante el sufrimiento de los animales. Y en el otro lado, tenemos realidades que aún siguen demasiado enquistadas en nuestra cultura.

¿Por dónde empiezas entonces?

Por lo que más nos avergüenza a quienes nos preocupan los animales: España es un país que tradicionalmente ha hecho de la tortura y muerte de un animal un espectáculo. Ha convertido a los matadores de toros en héroes y protagonistas de la prensa rosa. Y aunque cada año hay menos afición y mayor rechazo social y político ante las crueles corridas de toros, se siguen fomentando y subvencionando con dinero público. España vive sus fiestas populares martirizando toros, vacas y vaquillas. Utiliza a estos nobles rumiantes, asustadizos y sensibles, en más de 17.000 festejos populares cada año.

Y en cuanto al abandono de mascotas ¿qué nos dices?

Algo tremendamente cruel: que España es el país de Europa que más abandona a sus mascotas. Un total de 104.447 perros y 33.335 gatos fueron recogidos en 2016 por las sociedades protectoras en España, según un Estudio de la Fundación Affinity.

¿Por qué crees que se abandonan tantos animales?

El fin de la temporada de caza es uno de los motivos que conlleva más abandonos de perros. En España es ya muy conocida la tendencia de muchos cazadores cuando sus perros ya no les son de utilidad. También digamos que hay padres que compran un perrito a sus hijos y lo hacen sin tener realmente idea de todo lo que conlleva cuidar y educar a ese cachorro.. Luego vienen los problemas y sin pensarlo dos veces, lo abandonan.

¿Algo tendrás que decir sobre los abrigos de pieles y el sacrificio que eso implica en tantísimos animales?

…Pues algo sorprendente – y aberrante – que sucede en nuestro país, ya que España es uno de los países de la Comunidad Europea que más abrigos de pieles compra… ¡Y eso que es donde menos frío hace! Anualmente más de 32 millones de animales son sacrificados sólo en la Comunidad Europea para comerciar con su piel. Pero ya hace años que países como Reino Unido, Italia, Austria, Croacia, Suecia, Alemania y Holanda han ido prohibiendo las granjas peleteras por el evidente maltrato y crueldad que significa para zorros, visones y chinchillas los sistemas tradicionales de cría intensiva y hacinamiento. España se está convirtiendo cada vez más en refugio para la patronal peletera dada su flexibilidad legal con la normativa de protección animal.

¿Qué opinión te merecen los cambios legislativos, por ejemplo, acerca de prohibir el uso de animales en los circos?

Lo primero decir que también hay cosas que estamos haciendo bien, e incluso mejor que otros países europeos ya que, precisamente: los cambios legislativos para prohibir el uso de animales en los circos están avanzando muy rápido, mucho más de lo que esperábamos cuando desde AnimaNaturalis nos sumamos a la coalición InfoCircos. Regidores, técnicos en los ayuntamientos y diputados están escuchándonos y viendo claro que no es posible garantizar el bienestar animal en los circos ambulantes ni garantizar tampoco la seguridad ciudadana, ya que cada año hay fugas de animales. Cada año algún tigre, hipopótamo o elefante escapa de sus jaulas con el correspondiente peligro que ello implica, y muchas veces el final de esos animales es ser abatidos a tiros por la policía. En España ya son 400 municipios que se han declarado libres de circos con animales salvajes, y lo mismo se ha conseguido en Cataluña, Baleares, Galicia y Región de Murcia, y en este flamante 2018 habrá más buenas noticias.

Dentro de las últimas actitudes positivas, en la cruzada permanente que propugna nuestra amable entrevistada, agregó que:

También estamos avanzando, por fin, en algo crucial para luchar contra el maltrato animal, y es que cada vez somos más personas las que decidimos dejar de comer animales, o al menos reducir la cantidad de productos de origen animal en nuestras comidas, o vigilar que los huevos que comemos sean de granjas sin jaulas, etc. España empieza a preocuparse por los animales en las granjas y mataderos y esta es una tendencia que ya va a ser imparable, aunque lenta. La gente por lo general aún tiene mucha reticencia en dejar atrás algunas costumbres o anteponer el sufrimiento de un animal al capricho de su paladar. Además sigue habiendo muchos prejuicios, desinformación y miedos sin fundamento, como que “necesitamos comer de todo”.

En resumen, no cabe duda de que España está avanzando poco a poco en la lucha contra el maltrato animal, por supuesto hay otras culturas que nos superan, pero dentro de la Comunidad Europea…. sí, seguimos claramente en la cola.

¿Cuándo comenzaste y por qué te decidiste a emprender esta “batalla” en la que seguramente deberás invertir toda tu vida?

Todo empezó en el año 2007. Yo tenía 22 años y estaba estudiando Bellas Artes en la Universidad de Barcelona.  Un día, en clase, tocaba presentación de trabajos, y el profesor, tras revisarlos todos sin mucha esperanza,  bajó la cabeza, respiró hondo, soltó el aire con un posado muy serio y levantó la mirada, diciéndonos: “Como no encontréis algo que realmente os haga vibrar, no quiero que volváis a mi clase. De hecho también os sugiero que dejéis de venir a esta universidad”. Así de duro fue, así de implacable. Era el típico profesor cabrón, pero a la vez brillante. A mi esas palabras me marcaron para siempre. De hecho creo que es un consejo que no hay que aplicar solamente a tus estudios, o a tu trabajo…. Sino en la vida.

¿Y?

Pues que nos fuimos cabizbajos a nuestras casas.  Y esa misma noche ocurrió algo casi mágico: recibí un mail con un vídeo adjunto, era una corrida de toros grabada, poniendo énfasis en el sufrimiento del toro. Yo siempre había rechazado ese espectáculo, pero de una forma pasiva. Ese vídeo me impactó tanto y me puso tan triste, que me pasé la noche llorando, y además es la única vez en la vida que me dio una tortícolis muy fuerte en el cuello. Me quedé dos días postrada en la cama sin apenas poderme mover. ¿Fue casualidad? ¿Somaticé su sufrimiento? El caso es que fueron dos días en los que pude pensar mucho, aunque básicamente una sola idea me obsesionaba: “tengo que hacer algo, tengo que hacer algo”. Me repetía continuamente. Encontré aquello que me haría vibrar, y aún me hace vibrar: luchar contra el maltrato animal. Y este fue mi tema en mi carrera de Bellas Artes.

Esta joven que se ha “partido la cara” por defender a cualquier miembro del mundo animal, nos cuenta que “paralelamente a este suceso adopté un conejito bebé, de color negro, muy mono, al que llamé Slamimush. Lo dejaron abandonado junto a sus hermanitos y su madre dentro de una caja frente a un veterinario. Slamimush hizo que tomara la firme decisión de que nunca más iba a comer conejo. Y cuando empecé a colaborar como activista dentro de la ONG AnimaNaturalis, a la que conocí en una manifestación antitaurina en Barcelona, descubrí que existían los veganos y vegetarianos que no lo eran por salud sino por respeto a los animales. Rápidamente hice la conexión. Yo defendía con toda mi alma a los toros, y no quería comer conejos…. Pero sin embargo ni se me había planteado que comer ternera, pollo o cerdo fuera un problema. Pensaba que era algo natural y necesario.  Como es lo que hace todo el mundo… Me fue muy fácil dejar de comer animales.”

Su convicción no tiene límites ya que, como recuerda a ALGENTE “luego descubrí que las gallinas productoras de huevos y las vacas lecheras tenían incluso peor vida que los animales destinados a la industria cárnica. Me costó un poco dejar de comer queso y huevos, pero rápidamente se me abrió un mundo de nuevas opciones en mi menú, nuevas formas de cocinar e ingredientes nuevos para mi. Aprendí a hacer sabrosas tortillas de patatas sin huevo (¡pero con cebolla, siempre con cebolla!) y de hecho empecé mi andadura por algo que también me hace vibrar: la cocina. Descubrí que me encantaba cocinar y aprender nuevas recetas, conocer nuevos restaurantes vegetarianos y hacer turismo gastronómico por todas las ciudades y países por los que viajaba. Lejos de ser una renuncia, el veganismo fue todo un descubrimiento culinario y de valores.

La lucha contra el maltrato animal sigue siendo lo que me mueve y me hace vibrar. Yo creo que lucharé por ellos con ilusión y perseverancia, hasta el fin de mis días.”

Y dinos: Así como la Fiesta taurina atrae a ciertos turistas ¿no crees que –asimismo- hay muchos turistas que no vienen a España al pensar que esta crueldad nos hace más incivilizados?

El problema es que muchos turistas van engañados a las corridas de toros. Efectivamente se les vende como una “fiesta taurina”, un baile entre el torero y el toro, siempre con imágenes en los packs turísticos en las que no se ve la sangre, la espada ni la muerte. No se ven toros embistiendo a caballos, vomitando sangre tras la estocada ni su lomo reventado con puyazos y banderillas desgarrando sus músculos. Siempre recordaré  que cuando aún había corridas de toros en Barcelona, el colectivo anti taurino, íbamos cada tarde de domingo a La Monumental, no sólo para protestar, también para informar a los turistas con unos folletos que habíamos impreso en 4 idiomas, inglés, japonés, ruso y alemán (el alemán sobretodo era para entregar en las plazas de Mallorca). Pues cada tarde salían turistas llorando de la plaza tras ver al primer toro de la tarde. Salían con la cara descompuesta, no daban crédito a lo que habían presenciado: la tortura y muerte de un animal entre 5 hombres, algunos montados a caballo hiriéndole el lomo con profundidad, otro con banderillas, espada, descabello y puya, y otros con el capote para marear y agotar al pobre animal ya moribundo. 

Pero dinos Aïda ¿No crees que, así como la base de un futuro ser humano (y sus consecuencias) nace en la familia, la línea que separa a los pro y a los anti, irremediablemente tiene que ver, igualmente, con la raíz de los sentimientos?

Precisamente porque es un tema muy pasional y no puede haber entendimiento entre ambas partes, es la ley la que debe decidir terminar con el maltrato animal en forma de espectáculo. A nadie se le ocurriría defender que los problemas entre una pareja con graves conflictos de agresividad y violencia deben resolverlos ellos solos. La ley existe en estas ocasiones para defender y proteger a quienes menos pueden defenderse, sea por los motivos que sea. Y los animales no pueden defenderse por sí mismos, por eso son necesarias leyes claras que los protejan y que prohíban usos agresivos y de maltrato hacia ellos, sin excepción, por mucho que haya sido tradicional en nuestro país. Las costumbres bárbaras hay que dejarlas en el pasado.

¿Qué es lo primero que harías en este tema tan en auge si alcanzaras un puesto político que te diera ese poder?

Lo primero de todo: poner punto y final a todo uso de animales como forma de espectáculo, bien sean toros, tigres, elefantes, delfines, o incluso caballos. Lo haría de forma progresiva y dando un tiempo de adaptación y reconversión de los diferentes sectores. No puedes prohibir una actividad de un día para otro porque estamos hablando de miles y miles de animales a los que habría que garantizar un bienestar hasta que murieran de forma natural. Las ganaderías de toros para la lidia, deberían dejar de traer al mundo más animales. El sector del circo tradicional debería adaptarse como ya lo están haciendo muchos circos, y también dejar de comprar, vender y criar nuevos animales en su colección. Para algunos un futuro sin animales en circos de colores y luces les puede parecer triste. Pero más triste es condenarlos a nacer y vivir  entre rejas, hacinados en camiones y jaulas, actuando a golpe de látigo y muriendo por enfermedades… o de pena. Otros dirán que es una lástima que desaparezca el toro bravo, marca de España. Yo les digo: el toro que se usa para torear es solo una pseudo-raza más de entre todas las que existen en la especie de los toros, que además, ha sido criada y seleccionada solamente para ser torturado en un espectáculo minutos antes de morir, y comprobar su bravura. ¿No es acaso algo realmente descabellado y aberrante..?

Aïda Gascón Bosch, una de las mujeres que más vive y lucha por evitar el sufrimiento y la muerte de tantos animales indefensos.

 

©Bayres/ALGENTE

Fotos©álbum personal de Aïda Gascón Bosch/AnimaNaturalis